La excesiva exposición de niños y adolescentes a las pantallas está debilitando los vínculos afectivos, aumentando los niveles de ansiedad y depresión y afectando el desarrollo emocional saludable. Así lo advirtieron psicólogos y educadores durante el III Congreso Internacional de la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar (RIEEB), organizado por la Universidad del Rosario y Colsubsidio.
Los expertos coincidieron en que la tecnología no puede reemplazar el contacto humano. Rafa Guerrero, doctor en Educación, recalcó que los seres humanos nacen con predisposición al apego y no a la tecnología: “No somos nativos digitales, somos nativos vinculantes. Necesitamos vínculo, contacto y protección”.
Según datos de la OMS y UNICEF, los niños entre 0 y 8 años pasan en promedio 2 horas y 40 minutos diarios frente a pantallas, pese a que la recomendación es cero exposición en menores de dos años.
La psicóloga Juana Morales advirtió que la hiperconexión en edades tempranas interrumpe la formación de vínculos afectivos y la autorregulación emocional, con consecuencias que pueden aparecer en la adultez. Los especialistas señalaron que, aunque los padres conocen los riesgos, pocos toman medidas para reducir el uso excesivo de dispositivos electrónicos en casa.
Para Ana Rita Russo, doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación, la clave está en la educación emocional, no en prohibir la tecnología. Esto implica acciones conjuntas en familia, colegios y políticas públicas que fortalezcan la convivencia, la salud mental y la prevención de violencias.
Gabriel Velázquez, coach ontológico, enfatizó que las emociones deben estar en el centro de los procesos educativos: “Las emociones no son un adorno, determinan el liderazgo y la convivencia”.
El congreso se desarrolló en el marco de la Ley 2491 de 2025, que incorpora competencias socioemocionales en los proyectos educativos del país. La norma busca promover la salud mental, prevenir violencias y fortalecer la convivencia escolar.
La rectora de la Universidad del Rosario, Ana Isabel Gómez, subrayó que hablar de educación emocional es una condición esencial para que los jóvenes aprendan y desarrollen su potencial. A su vez, Colsubsidio destacó que la salud mental también es clave para la productividad y la paz social.
- El gran reto: equilibrio entre tecnología y vínculo humano
Los expertos coincidieron en que la tecnología no debe ser satanizada, pero tampoco puede sustituir la necesidad básica de conexión humana. El gran desafío de la educación contemporánea será reducir la desconexión afectiva que provoca la hiperconexión digital, fomentando espacios de juego, contacto familiar y educación emocional en todos los niveles.