Las redes sociales se han convertido últimamente en fuentes de información o desinformación de hechos que se presentan en diferentes esferas de la ciudad y del mundo, por lo cual es pertinente siempre verificar su veracidad dada la existencia de expertos en hacer montajes que muestran escenas o momentos que riñen con la realidad. Hacemos estos señalamientos a raíz de la circulación de una reciente fotografía donde aparece el director de Distriseguridad de Cartagena, Víctor Arango Pérez, en un evento (Reinado de la Convivencia), realizado en la cárcel San Diego, haciendo unas selfie, o una autofoto, con la reclusa Liliana del Carmen Campos Puello, más conocida como “La Madame”.
La mujer registra antecedentes penales por tráfico de heroína e ingreso de manera irregular a los Estados Unidos y según las autoridades manejaba un corredor sexual en la zona de playas de Cartagena con una capacidad logística y contactos a nivel internacional para realizar eventos que demandan “servicios sexuales” de mujeres incluyendo menores de edad. Sobre ella diferentes autoridades locales y nacionales han hecho serios pronunciamientos indicando lo negativo que representa para una ciudad turística como Cartagena de Indias.
Se podría decir folcloricamente que las imágenes donde se aprecia al director de Distriseguridad posando con alias “La Madame”, se trata de una actividad orientada a la convivencia y rehabilitación social de las reclusas, pero no es menos cierto, la necesidad de guardar distancias y mostrar cierta ponderación al ocupar cargos públicos, máximo como en este caso cuando se dirige una dependencia que debe contribuir en la lucha contra las diversas formas delincuenciales que azotan la ciudad.
Ahora bien, si se tratara de unas imágenes tomadas por terceros, vaya y venga, se podría entender, teniendo en cuenta que asistía a un evento donde establecer discriminaciones o selección de quien o quienes aparecen en una foto podría resultar muy difícil; pero en lo referente, notamos que es el propio funcionario quien directamente y sonriente está tomando la imagen, como si tratara de posar con un personaje, digno de seguimiento y admiración.
Pareciera de poca monta lo señalado, pero en el fondo causa indignación y debe condenarse severamente, es el mensaje equivoco que se está enviando a la sociedad; la tolerancia y en cierta forma el reconocimiento a personajes que deben ser repudiados por el gran daño que causan al inducir a menores a la prostitución, como se ha dicho por las autoridades.
Que gran diferencia es mostrar admiración y posar con personajes o figuras que por su talento, trabajo y disciplina demuestran tener grandes cualidades morales o espirituales en diferentes manifestaciones, sean artísticas, deportivas o de la ciencia y se convierten en referentes o ejemplos dignos de resaltar.
¿Qué podrá pensar una madre, un padre o algún familiar de las niñas que han sido víctimas del proxenetismo al observar las imágenes de marras? ¿Será que les inspira algún respeto y confianza el funcionario y por ende la administración que debe velar por el control del delito?
Son preguntas que surgen y que deben tener respuestas claras, sobre todo cuando el funcionario mencionado que hoy dirige Distriseguridad, ha ocupado otros cargos públicos, como la dirección de seguridad y convivencia en la Gobernación de Bolívar, por ello es pertinente no confundir la “convivencia ciudadana” con la del delito.