Hoy es el día Mundial de la Música, en honor a Santa Cecilia, nacida en Sicilia, formada en Roma, ejecutante de varios instrumentos musicales, de creencia fuerte y revolucionaria que la llevó a convertirse en mártir por sus luchas en favor del mundo maravilloso del arte. La Unesco adoptó e institucionalizó el 22 de noviembre, por ser el día de su fallecimiento.
En Colombia, y especialmente en Cartagena de Indias, el Sindicato de Trabajadores de la Música, que es el más antiguo del país, y que contó con el gran adalid y benefactor, nacido en las entrañas de Getsemaní, Luís Pérez Cedrón, el gran “Lucho Argain”, creador de la famosa Sonora Dinamita, padre de Nausicrate Pérez Daut, se apersonó, organizando una Eucaristía en la Iglesia La Trinidad, procesión por las calles del barrio Getsemaní y celebración con retreta en el Parque del Centenario.
Así se realizó durante muchísimos años. Llegamos a 1996, por el maltrato que venían sufriendo y por la falta de apoyo de las administraciones departamental y municipal, nos reunimos arreglistas, compositores, promotores y productores, creamos la primera Cooperativa de Músicos, Productores y Afines en Colombia, acudiendo de inmediato a mecanismos de presión, como la toma pacifica de las instalaciones del Concejo Municipal, que en ese entonces, funcionaba frente al Parque Bolívar, para exigirle a los concejales el apoyo para la presentación de un proyecto de acuerdo donde se le dieran las garantías laborales y de crecimiento profesional a los realizadores musicales, logrando el acuerdo 046 de diciembre de 1996.
Al nacer el IDC y por iniciativa de este servidor y del Centro Cultural Colombiano Internacional, le implementamos un acto de integración, donde los músicos fueran exaltados y agasajados, y por primera vez, dejar de ser los amenizadores de eventos y empezar un nuevo escenario, el del festejo.
Brindamos un almuerzo en el Marlin Plaza, gerenciado en ese momento por el getsemanicense, Carlos Méndez Barboza, quien hoy personifica al siempre recordado, Joe Arroyo, entregamos en papel pergamino con leyenda litografiada, diplomas a un grueso grupo de directores, compositores e intérpretes, convirtiéndose en el evento de la real visualización de quienes hasta ese momento eran desconocidos y entonces sí, acabar con el estigma de Borrachitos y emplazar a nuestra sociedad a reconocerlos como profesionales del arte musical.
Al llegar la “Chica Morales” al Ministerio de Cultura, le quedó fácil insertarlo en el plan de acción, lo que recibimos con gran alborozo.
Hoy quiero felicitarlos con la humildad y pedirle al creador del universo y a Santa Cecilia, que les concedan larga estancia en este mundo terrenal.