Siendo consecuente la política salarial del Gobierno Nacional por segundo año consecutivo, – a pesar de las críticas -, se alcanza un incremento del 3,5% en el salario mínimo mensual en Colombia, pasando de $877.803 pesos en 2020 a $908.526 pesos en 2021. Incremento que supera en dos puntos porcentuales la inflación registrada en el año 2020.
Si hacemos un análisis comparativo regional entre países latinoamericanos; dado que cada país cuenta con diferentes monedas y por ende, sus precios varían; la manera de comparar el poder adquisitivo por salario mínimo mensual de cada uno de estos es calculando el volumen de bienes que se alcanza a comprar con dicho salario; este valor se expresa en un sistema equivalente conocido como Paridades de Poder Adquisitivo (PPA). Así, el salario mínimo mensual en Colombia se ubica en la posición 12ava. Por otro lado, el rango de poder de compra de los salarios en la región es muy disímil, ya que el salario con mayor poder adquisitivo de la región es el de Chile, equivalente a 1.564.000 pesos en Colombia, y el salario con menor poder adquisitivo de la región es el de Venezuela, el cual equivale a 3.900 pesos en Colombia.
Así las cosas, y teniendo en cuenta la situación económica por la cual estamos atravesando, el incremento del salario mínimo mensual en un 3,5% redunda en beneficio de millones de trabajadores colombianos; y resulta siendo – en cierta medida – un indicador del compromiso del Gobierno Nacional por garantizar el poder adquisitivo en el sistema económico; fortalecer el mercado interno y así jalonar el crecimiento económico Nacional.
Sin embargo, y sin dejar de reconocer el incremento alcanzado, considero que el Gobierno Nacional y el Congreso de la República debe brindar a los empleadores los mecanismos suficientes y necesarios ya sean de índole tributario, financiero, de régimen social, entre otros; los cuales permitan proteger la generación de empleo y fortalecer la estabilidad de la fuerza laboral; factores que resultan prioritarios para el mercado productivo y laboral en este año que inicia.
Para lograr un mayor avance, me gustaría hacer énfasis en 5 estrategias importantes que el Gobierno Nacional debería tener en cuenta para generar más empleos y dinamizar la economía: Lo primero es sostener el subsidio a la nómina por lo menos hasta octubre del presente año, es decir, ampliarlo 6 meses más, lo segundo es sostener la inversión que se está haciendo en el Fondo Nacional de Garantías para robustecerlo y poder facilitar a muchas empresas y emprendedores la obtención de nuevos créditos, el tercero es no hacer una reforma tributaria que vaya encaminada a maltratar a la clase empresarial, todo lo contrario, debe ser coherente y que nos permita sostener lo que hemos logrado con la reforma tributaria que se hizo a finales de 2019, lo cuarto es generar espacios propicios para atraer mayor inversión extranjera, dándole garantías en algunos aspectos de solidez jurídica, de solidez impositiva para que lleguen los recursos y lo último es acelerar el gasto del Estado en obras de infraestructura, en proyectos de inversión, hemos estado muy lentos en esa materia y es hora de que todos esos recursos que fueron presupuestados para el año 2021 se vean invertidos en los territorios.
Ahora más que nunca, todas las partes interesadas deben articularse. Esto con el fin de no generar presiones que impidan lograr un equilibrio de manera gradual y responsable entre las expectativas de los empleados y las posibilidades reales de los empleadores; lo cual permita una recuperación productiva y económica estable en el tiempo que en términos generales se traduzca en el aumento del bienestar para las familias colombianas y no se obstruya el fortalecimiento de la economía Nacional.
En un momento tan difícil como el que afronta el mundo entero, lo mas indicado era construir consensos, desafortunadamente no se logró sacar adelante esos acuerdos, pero creo que ha sido una decisión acertada del Presidente y de su equipo de gobierno al tomar puntos medios y hacer este incremento a pesar de las incomodidades que pueda generar en el sector empresarial y por otro lado en los trabajadores. No podemos desconocer que en la coyuntura actual eso podía suceder, pero técnicamente hablando, ha sido un acierto para la dinamización de la economía.