Hablar de Walter Dresel, es mucho más que hablar de lo que su hoja de vida ostenta, sin embargo, vale la pena reseñarlo para aquellos “críticos” que reducen su trabajo a la autoayuda, es Doctor en Medicina de la Universidad de la República Oriental de su natal Uruguay, cardiólogo, homeópata y fundador del Centro de Medicina del Bienestar y del Centro de Liderazgo y Administración de la Vida Humana. Además, es columnista en radio y televisión, y dicta conferencias activamente. Entre sus obras destaca: Toma un café contigo mismo, El lado profundo de la vida, y, Entre tú y yo. Como si fuera poco, además de sus innumerables cifras en ventas, obtuvo en Uruguay, el Premio Cervantes en 2003, y el Premio Quijote, en 2003 y 2004.
Hoy quiero hablar de su libro Un Sueño Posible… La realización de nuestro sueño personal, porque creo que si algo puede allanar este camino de la polarización es que emprendamos la aventura propia, porque en la medida que nos metamos en ella, vamos a dejar de estar mirando el patio ajeno, y nos vamos a centrar en nuestro propio desarrollo; obviamente necesitaremos de la sociedad, pero ya no la menospreciaremos, sino que por el contrario vamos a valorar mucho más su influencia, dado que entenderemos que es el océano para nuestros peces, o el firmamento para nuestras aves, tómense estas aves y estos peces como nuestros sueños y proyectos.
Clave dar el primer paso con determinación y por ello siento tan atinada la referencia de la primera sección de este libro, pertenece a uno de los grandes filósofos de todos los tiempos, Sócrates, y dice: Resuélvete a ser virtuoso y comienza. Postergar el cambio de tu conducta es como imitar la ingenuidad del viajero que, hallando un río en el camino, espera a que haya fluido todo, siendo que el río corre y correrá eternamente. Así que la invitación es a no dejar pasar la vida, porque si el río corre, el tiempo vuela.
Este texto se ha transformado en una aventura para mi, cargado de mensajes contundentes que de seguro moverán nuestras fibras e impulsarán ese viaje interior, tal como lo afirma en la antesala del capítulo tres, Jurgen Moltmamn: “El viaje más largo es siempre el viaje hacia adentro; el viaje hacia esa casa para encontrarse a uno mismo dura toda la vida… y tal vez más”.
Mi invitación hoy es a concentrarnos en nuestro proyecto de vida, en aprender a tender nuestra cama, lavar nuestra ropa, valorarnos desde nosotros mismos, pues sería esta una gran contribución para ir abandonando ese letargo en el que se ha transformado la polarización de nuestro mundo, dejemos de buscar responsables de lo que nos pasa afuera, dejemos de achacar las culpas al “estado”, a la “pareja”, al “dolor de cabeza”, al “cambio climático”, asumamos el timón de nuestros sueños para llevarlos al puerto que queremos, y para que en caso de que la pelona nos llame, nos coja plenos, y no, quejándonos por nuestro auto-abandono.
Hellen Keller quién da entrada al capitulo diez de Un sueño posible, “El puente que une las metas con las emociones”, dice: Muchos tienen una idea errónea de lo que es la felicidad. No se trata de obtener gratificaciones, sino de ser fiel a un propósito”. Similar al camino a Ítaca de Cavafis:
- …Pide que el camino sea largo.
- Que muchas sean las mañanas de verano en que llegues -¡con qué placer y alegría!- a puertos nunca vistos antes.
- Detente en los emporios de Fenicia y hazte con hermosas mercancías, nácar y coral, ámbar y ébano y toda suerte de perfumes sensuales,cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
- Ve a muchas ciudades egipcias a aprender, a aprender de sus sabios…
Aquí les dejo el link por si quieren leerlo completo, porque es bellísimo. http://lassandaliasdeulises.com/camino-a-itaca-poema-kavafis/
Y recuerden que su vida, es un sueño posible.