Una de las cosas que me ha sorprendido viviendo en Alemania, es como los ciudadanos en general se preocupan por la disposición de los residuos.
En efecto, para los alemanes la disposición de los residuos no es un tema menor. En todos los hogares que he visitado, sin excepción, he visto la segregación juiciosa de los residuos: biológicos (Bioabfall), papel /cartón (Altpapier), envases / empaques reciclables (Verpackungen), vidios (Glass) y residuos no reutilizables (Restmüll). Ah! y las botellas y latas que se reintegran en los supermercados a cambio de unos centavos (Pfand).
Y afuera de cada hogar o edificio de apartamentos se encuentran siempre las canecas con su codificación de colores, cuyo contenido es ocasionalmente revisados por los inspectores de basura. Excepto para los vidrios, para los cuales hay unos contenedores especiales cada 100 o 200 metros, en donde se pueden disponer las botellas según el color del vidrio (transparente, verde o café). En los contenedores de vidrios no se puede depositar antes de las 7 a.m. o después de las 7 p.m. para no incomodar con el ruido a los vecinos.
También hay contenedores especiales para la ropa y zapatos que usted ya no usa, pero que pueden ser aún útiles para otras personas. Y también hay armarios bibliotecas para los libros que usted ya leyó y no quiere conservar, para que alguien a quien le interesen pueda tomarlos gratuitamente (Bücherschränke).
En todos los supermercados hay dispositivos electrónicos para depositar botellas plásticas y algunas de vidrio y latas, por las cuales se recibe un bono con el que se pueden comprar otros víveres o reclamar el dinero en efectivo. De hecho hay personas que se dedican a recogerlas en las calles y las llevan al supermercado para comprar algo de comer.
Los camiones recogedores pasan cada vez recogiendo un tipo de residuo diferente, con una periodicidad ajustada a la naturaleza del mismo (por ejemplo, para residuos orgánicos pasan con más frecuencia para evitar por su acumulación los malos olores y los riesgos sanitarios). Adicionalmente si usted va a desechar un aparato electrónico o un mueble o colchón, debe llamar a un servicio especial para que pase a recogerlo.
Los diferentes estados (Bundesland) y municipios (Stadt) publican calendarios de basura, con toda la información para facilitar la disposición de los residuos. Y por si fuera poco tiene aplicaciones que por ejemplo le recuerdan cuando va a pasar cada camión recolector.
Es interesante ver el interés, casi devoción, de los alemanes por la correcta separación y disposición de sus residuos.
En Colombia está vigente desde el 1° de enero de 2021 una norma con las disposiciones para la separación y disposición de residuos en hogares y empresas.
Observe por diferentes redes sociales una buena cantidad de imágenes y vídeos informativos sobre la norma y explicativos sobre su cumplimiento. Es, en general, más simple que acá. Sin embargo, con excepción de los centros sanitarios, para los cuales existe desde hace mucho una norma para ello, y de alguna que otra excepción, es en general una norma (otra) que a pesar de ser conocida no se cumple.
Acá le he preguntado a muchas personas si conocen la norma alemana y la mayoría no la conocen, sin embargo les interesa hablar sobre el tema, leen e investigan, se informan y aplican juiciosamente las mejores prácticas para la disposición de sus residuos.
¿Es la norma la diferencia? ¿O es la cultura? La respuesta no sólo aplica a este tema. De hecho, aplica a casi cualquier componente del bienestar de una comunidad. ¿En Colombia debemos seguir invirtiendo en normas o en cultura?