Razón tiene el presidente Duque en recientes declaraciones dadas a un medio noticioso de Televisión nacional, cuando expresaba que los gobernadores y alcaldes deben colaborar en resolver algunas de las peticiones de los manifestantes. Y es completamente cierto, muchos pasan de agache, se hacen los desentendidos, no gobiernan ni resuelven absolutamente nada y están a expensas de que las soluciones de tipo micro, se las dé el gobierno central, cuando en sus manos está dicha solución.
Preocupante la situación cuando las protestas se generaron inicialmente por la famosa reforma tributaria y de la salud, reformas que ya no existen, sin embargo, departamentos y municipios, van en vía contraria, como el departamento de Sucre, donde se crea en plena pandemia y protestas, un impuesto a la seguridad, cuando los gremios y la población en general estaban en desacuerdo con dicho impuesto. No se discute la esencia e importancia de dicho gravamen, es lo inoportuno de su aprobación.
Es normal lo que se observa en muchos municipios y departamentos del país, por la falta de implementar políticas públicas que normalmente se encuentran en sus planes de gobierno donde los cordones de miseria se han aumentado, el consumo y tráfico de estupefacientes, la migración juvenil del campo a la ciudad para convertirse en mototaxistas o integrantes de grupos al margen de la ley por falta de oportunidades en su entorno, el aumento descarado de los servicios públicos que en muchos casos no se presta, las nóminas paralelas, las obras inconcusas, las vías secundarias y terciarias mal construidas, la falta de agua potable, gas natural y energía eléctrica en un sinnúmero de poblaciones, la falta de apoyo de algunos alcaldes y gobernadores para la matricula cero en sus universidades, cero masificación del deporte donde los INDER, se han convertido en cajas menores de los políticos y primeras damas, el robo a los entes de salud, lo abandonado que se encuentran la mayoría de las escuelas y colegios públicas de municipios, corregimientos y veredas.
De la misma manera sucede en diferentes regiones del país, donde, copiando el mal ejemplo de Bogotá, se han colocado nuevos peajes urbanos, fotomultas sin control y en sitios innecesarios desestabilizando la libre circulación y afectando mucho más el bolsillo de los colombianos. Todos ellos son problemas generados en las regiones que deben ser resueltos por las mismas regiones con el apoyo de los gremios, universidades, asociaciones indígenas, Red de Mujeres, la iglesia, juventudes, líderes sociales, comerciantes, la familia, Infancia y Adolescencia, población LGTBI, adultos, sindicatos y empresarios, entre otros.
Los sectores financieros locales también deben ayudar a resolver los problemas regionales con créditos blandos, para no vivir el caso del metro de Bogotá, donde el distrito y la nación tuvieron que acceder a la banca multilateral por US$1.650 millones. Dicho dinero resultó insuficiente y la banca nacional no colaboró, pero por la necesidad de culminar la obra, la primera idea que se les vino a la mente a los burócratas del IDU fue la creación de peajes urbanos y para evitar la “evasión del pago”, se idearon colocarle un “Chip” al carro particular, conectado al peaje con un “pórtico con sensor” para registrar el paso y cobro del indefenso ciudadano. Es una forma mediocre de maltrato al bolsillo del usuario y de creer que allí está la evasión, cuando todos sabemos “por donde le entra y sale el agua al coco del IDU”
Los entes descentralizados del orden nacional, tienen que apersonarse y responsabilizarse de los pedidos y soluciones que exigen las comunidades cuando son de su competencia, el SENA, por ejemplo debe apartar la tramitología y revisión exasperante para acceder a los créditos del FONDO EMPRENDER para que innovadores puedan desarrollar sus ideas de negocios, sin embargo, el porcentaje de aprobación por los excesos de trámite, es escasísimo
En las regiones no es fácil presentar ante el Conpes, proyectos para la implementación de políticas regionales de ciencia, tecnología e innovación, mucho menos para Colciencias, primero debe pasar por los burócratas regionales y luego se estancan en el centralismo absorbente. Son innumerables los reclamos a Colciencias por parte de los investigadores y empresarios regionales por la falta de apoyo, el exceso de tramitología y la poca asignación de recursos a proyectos, de parte del gobierno central, los departamentos y municipios. Necesariamente hay que agilizar ese círculo entre universidad, empresa, particulares y estado para el desarrollo regional.
Muchas cosas más por enunciar…las páginas se quedan cortas para ello…. Los municipios y departamentos deben ayudar a resolver los problemas de educación, corrupción, inseguridad, desempleo, pobreza, vivienda, salud. discriminación, drogadicción, delincuencia juvenil, derechos humanos, acuerdos de paz, la tala intensiva de los bosques, el deterioro del ecosistema, la contaminación de los cuerpos de agua, el mal uso de los suelos y la caza y pesca indiscriminada. Gobernadores y alcaldes…no pueden seguir pasando de agache….resuelvan…resuelvan…la situación no da espera…