En las últimas horas fuentes del Hospital Clínico Central a la agencia RIA Nóvosti, confirmaron la muerte del último presidente de la URSS y padre de la ‘perestroika’, Mijaíl Gorbachov. Ocurrió en Moscú a la edad de 91 años, producto de una larga y penosa enfermedad.
Gorbachov, llevaba años viviendo alejado del foco mediático por problemas de salud. Será sepultado en el cementerio de Novodevichy de Moscú, donde yacen los restos de destacados personajes de la historia de este país.
Gorbachov presentó su renuncia en diciembre de 1991, después de que once de las antiguas repúblicas soviéticas crearan la Comunidad de Estados Independientes (CEI), desmantelando ‘de facto’ la URSS.
El ex dirigente soviético recibió el Premio Nobel de la Paz en 1990 por los cambios en las relaciones entre la URSS y el bloque occidental, encabezado por Estados Unidos, en las últimas etapas de la Guerra Fría.
Aunque estuvo en el poder menos de siete años, desató una serie de cambios impresionantes. Pero rápidamente lo superaron y resultaron en el colapso del estado autoritario soviético, la liberación de las naciones de Europa del Este de la dominación rusa y el fin de décadas de confrontación nuclear Este-Oeste.
En su carrera política, Gorbachov pasó por la Fiscalía de su región natal, luego fue jefe del Partido Comunista de Stávropol y en 1971 hizo parte del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética. Inicialmente Gorbachov se encargó de la supervisión agrícola nacional y luego hizo parte del poder ejecutivo de la URSS.
Una vez asumió como secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la URSS en 1985, convirtiéndose en el líder de la Unión Soviética, anunció el centro de lo que sería su política de gobierno: la perestroika, es decir, la reconstrucción.