Desde que el Presidente Colombiano Gustavo Petro Urrego propuso la posibilidad de convocar una Asamblea Constituyente, una de las voces críticas fue la de Juan Fernando Cristo. Paradójicamente, Cristo ha sido designado recientemente como Ministro del Interior por el propio Presidente, con la misión de liderar este proyecto para reformar la Constitución de 1991.
En su primer día en el cargo, anunció desde la Casa de Nariño que trabajará en “la búsqueda de un gran acuerdo nacional, de verdad, que permita explorar hacia el futuro la posibilidad de convocar una Asamblea Nacional Constituyente, bajo los parámetros de la Constitución del 91″.
- Reacciones divididas
Este giro ha suscitado críticas de distintos sectores políticos. Hernán Cadavid, del Centro Democrático, comentó que Cristo es “un viejo conocido de la maña política», señalando la aparente contradicción en sus posturas respecto a la Constituyente. Subrayó que hasta hace pocos días, Cristo veía la idea inviable, y ahora, con su nombramiento, parece haber cambiado de opinión.
Juan Pablo Gallo, senador liberal, expresó una opinión similar, considerando que el cambio de postura de Cristo envía un mensaje contradictorio que perjudica la democracia. Por otro lado, Julio César Triana, de Cambio Radical, pidió que antes de convocar una Constituyente, se cumpla con la Carta Política del 91 y se aseguren garantías para la oposición, especialmente en términos de seguridad y movilidad para ejercer el control político.
Ariel Ávila, del Partido Verde, consideró que una Asamblea Nacional Constituyente es una “mala idea” y podría representar un retroceso a la Constitución de 1886, poniendo en riesgo los logros sociales ya alcanzados.
- Apoyo desde el Gobierno
Desde el Pacto Histórico, la bancada de gobierno, hubo un respaldo hacia el llamado de Cristo. El senador Iván Cepeda expresó su confianza en que Cristo sabrá conducir el proceso y que esto abre una “posibilidad política muy interesante para el país”.
- Cristo responde a las críticas
Ante la controversia, el propio Cristo aseguró que sus críticas previas se referían a la necesidad de un acuerdo nacional y que cualquier iniciativa de Constituyente debe ser tramitada por el Congreso. Destacó que se iniciarán diálogos con todos los sectores en busca de consensos que podrían concretarse para el próximo periodo presidencial.
El 26 de abril, en un foro de su partido, En Marcha, ya había mencionado que “valdría la pena empezar a pensar en una constituyente acotada y limitada” para abordar problemas como el sistema político y el ordenamiento territorial, proponiendo que este tema se discutiera después de las elecciones de 2026.
La designación de Juan Fernando Cristo y su papel en la posible convocatoria de una Asamblea Constituyente sigue generando debates y será un punto crucial en la política colombiana en los próximos años.