La Fiscalía General de la Nación ha asestado un duro golpe a la estructura criminal conocida como ‘Los Taladores’, responsable de una de las mayores devastaciones ambientales en la transición forestal entre la Orinoquía y la Amazonía. Ocho personas, entre ellos Serafín Ardila González, señalado como cabecilla de la red, fueron judicializadas por su papel en la deforestación de más de 750 hectáreas de bosque nativo en la Reserva Nacional Natural Nukak, una de las áreas de mayor protección ambiental del país.
Las investigaciones revelaron que ‘Los Taladores’ arrasaban con especies arbóreas valiosas como el cabo de hacha, achapo, dormidero y yopo, para luego comercializar la madera sin ningún permiso legal. Las acciones ilegales de esta red criminal, liderada por Ardila González, incluían desde la tala masiva de árboles hasta la transformación de la madera en vigas, tablas y muebles que eran distribuidos en importantes ciudades como Bogotá y Villavicencio. La actividad se realizaba con la complicidad de funcionarios corruptos, quienes alertaban a la organización sobre las operaciones de las autoridades.
En una operación conjunta con la Policía Nacional, fueron capturados siete integrantes de la estructura, mientras que otro de los implicados, Yamid Garzón Mayor, se entregó voluntariamente a las autoridades. Entre los judicializados también se encuentran Dora Melba Camelo, quien manejaba la logística de transporte y comercialización; Omar Augusto Sierra y Johan Alirio Amaya Sánchez, responsables de reclutar trabajadores para la tala ilegal; y tres presuntos transportadores del recurso natural, Juan Pablo Quiñónez, Julio Israel Aguirre y Rodrigo Espitia Gachagoque.
La Fiscalía les imputó cargos por aprovechamiento ilícito de recursos naturales, concierto para delinquir agravado e invasión de áreas de especial importancia ecológica. De los ocho procesados, Yamid Garzón Mayor aceptó los cargos.
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Este golpe expone la gravedad de la deforestación en una zona vital para la conservación del medio ambiente, donde los ecosistemas se encuentran en riesgo crítico. Con este desmantelamiento, se busca poner fin a una red que amenazaba la biodiversidad del pulmón del mundo y la sostenibilidad del país.