Durante dos operaciones simultáneas contra el narcotráfico internacional, la Armada de Colombia logró asestar un duro golpe a las estructuras criminales al servicio del narcotráfico, al incautar más de 2.3 toneladas de clorhidrato de cocaína en el mar Caribe. Estas acciones evitaron que cerca de seis millones de dosis de droga llegaran a las calles del mundo, reafirmando el compromiso institucional con la seguridad marítima y la lucha frontal contra el crimen organizado.
El primer operativo fue desarrollado por unidades de la Estación de Guardacostas de Cartagena, que detectaron 1.096 kilogramos de cocaína ocultos en un contenedor a bordo de un buque mercante con bandera de Malta. La embarcación, proveniente de Venezuela, fue inspeccionada mientras permanecía en la zona de fondeo de cuarentena, al sur de la boya de mar de Cartagena. No se registraron capturas durante esta acción.
En una segunda operación ejecutada en el Golfo de Urabá, a 46 kilómetros de Mulatos, Antioquia, un patrullero de mar, un avión de patrullaje marítimo y una unidad de reacción rápida de Guardacostas interceptaron una lancha tipo Go Fast que transportaba 1.272 kilogramos de cocaína. Cinco colombianos que tripulaban la embarcación fueron capturados. Según inteligencia naval, el cargamento tenía como destino Centroamérica.
La droga incautada, los capturados y la lancha fueron trasladados a Cartagena de Indias y dejados a disposición de las autoridades competentes. Expertos del CTI de la Fiscalía General de la Nación confirmaron, mediante pruebas PIPH, que se trataba de 2.368 kilogramos de clorhidrato de cocaína, con un valor estimado de más de 113 millones de dólares en el mercado ilegal internacional.
Estas contundentes operaciones reafirman el rol de la Armada de Colombia como un actor clave en la protección del Caribe y en la neutralización de las redes de narcotráfico transnacional que amenazan la estabilidad y seguridad regional.