Por su vida dedicada a la ciencia, la docencia y el impacto social, la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales le otorgó su máximo reconocimiento: el Premio a la Vida y Obra de un Científico.
En una ceremonia íntima pero cargada de simbolismo, el investigador y docente cartagenero Jesús Olivero Verbel recibió uno de los más altos honores del ámbito científico en Colombia: el Premio a la Vida y Obra de un Científico. Con este galardón, la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales no solo reconoce una trayectoria sobresaliente, sino también el compromiso inquebrantable de un hombre que ha puesto la ciencia al servicio de la sociedad.
Químico farmacéutico, doctor en toxicología y líder del grupo de investigación ‘Química Ambiental y Computacional’ de la Universidad de Cartagena, Olivero ha hecho de la investigación un puente entre el conocimiento académico y las comunidades más olvidadas del país.
Detrás de este premio no solo hay publicaciones y cifras: hay historias humanas. Las investigaciones de Olivero han develado los peligros invisibles del mercurio en el sur de Bolívar, los rastros de plomo en la sangre de niños cartageneros, la devastación ambiental en el río Atrato y los efectos silenciosos del glifosato sobre comunidades fumigadas. Cada hallazgo suyo ha sido una alerta, una llamada urgente a transformar la realidad.
«Este premio representa una oportunidad para reforzar el compromiso de la Universidad de Cartagena con la sociedad. La ciencia debe impactar y transformar realidades», dijo Olivero tras recibir la distinción, recordando que su motivación siempre ha estado más cerca de la gente que del laboratorio.
Uno de sus logros más emblemáticos fue su papel como investigador en una comisión especial de la Corte Constitucional que analizó la crisis ambiental en el Chocó. Su trabajo fue clave para que el río Atrato —hoy reconocido como sujeto de derechos— se convirtiera en símbolo de la defensa de los ecosistemas y de los pueblos que los habitan.
“Olivero Verbel obtuvo el puntaje más alto entre todos los candidatos evaluados”, destacó Elena Groot Restrepo, presidenta de la Academia, quien subrayó que su labor ha generado transformaciones reales en el país y avances científicos de enorme relevancia.
No es la primera vez que la comunidad científica reconoce su trayectoria. En 2014 fue galardonado con el Premio Nacional al Mérito Científico como Investigador de Excelencia, y ese mismo año fue nombrado entre los 20 innovadores más destacados de Bolívar.
Además, desde su rol como docente ha formado a decenas de jóvenes investigadores, sembrando la semilla del pensamiento crítico y del compromiso ético con el entorno. Su grupo de investigación, clasificado en la categoría A1 por MinCiencias, es hoy referente nacional en temas de toxicología ambiental.
Actualmente, Olivero participa en el Proyecto Climar, una red académica internacional que promueve el estudio del cambio climático y su impacto en el turismo y el desarrollo en América Latina. Desde Cartagena hasta Panamá, Argentina y México, su voz sigue contribuyendo a una ciencia con visión global, pero con los pies firmes en la realidad local.
La historia de Jesús Olivero Verbel es la de un científico que no se conformó con estudiar la realidad: quiso cambiarla. Y lo ha logrado.