Cuando hoy observamos la realidad de nuestra ciudad, debemos señalar que son muchos los indicadores de percepción ciudadana que ratifican el deterioro creciente de la calidad de vida, lo cual debe llamar la atención tanto de las autoridades gubernamentales como de los diferentes actores estratégicos, que de una u otra forma tienen incidencias en la formulación de políticas públicas que vayan en beneficio de la mayoría de la población.
Una herramienta que ha venido mostrando el comportamiento de 13 ciudades capitales del país, es la red colombiana de ciudades como vamos, donde periódicamente se señalan por medio de indicadores el comportamiento de las ciudades sobre las cuales se aplican las mediciones.
Se conocen los resultados de percepción pero en la ciudad no se perciben las acciones pertinentes para mejorar esa realidad, por lo general se escuchan voces que tímidamente indican la necesidad de buscar solución, pero del dicho al hecho todavía hay mucho trecho.
En la última medición encontramos que en pobreza comparada con el año 2017, Cartagena de Indias con el 28% es la tercera en percepción negativa, superada solo por Santa Marta y Cúcuta con 29 y 30%.
En manejo y gestión del medio ambiente la percepción ciudadana en la Heroica Cartagena presentó los niveles más bajos en comparación con las demás ciudades, señalando que este indicador mide calidad de los cuerpos de agua y calidad del aire.
En seguridad ciudadana encontramos que Cartagena es la tercera ciudad capital con mayor percepción de inseguridad superada solo por Bogotá y Quibdó.
En materia de corrupción, aparece con un 47% y es la segunda ciudad con mayor percepción de corrupción en el país, superada solo por Bogotá.
Ante este panorama nos preguntamos ¿Será que existen por parte de la administración Distrital, políticas claras para enderezar el camino hacia el desarrollo social y económico sostenible de la ciudad?
Preocupa la indiferencia de una ciudadanía sumisa ante reprochables hechos como los ocurridos el pasado domingo 24 de junio donde se registraron 4 homicidios en la celebración del triunfo de la selección colombiana de fútbol y el día del padre; son casos que por repetirse periódicamente en el imaginario colectivo se van tomando como normales.
Por otra parte, encontramos un sin número de obras que se han venido anunciando, sin que exista a la fecha unas acciones concretas, para su desarrollo, caso plan maestro de drenajes pluviales, la protección costera y ampliación de la avenida Santander ó encontramos entuertos que inducen a pensar que se realiza un aprovechamiento personal o de actores estratégicos, en la solución de un problema, (caso traslado del mercado de bazurto).
El año entrante tendremos elecciones regionales, la ciudadanía debe tener bien claro, que si no se adoptan otras actitudes y se siguen aceptando conductas clientelares y la corrupción rampante, la ciudad seguirá desaprovechando su potencial y alejándose cada día, a pasos agigantados del buen vividero que fue en antaño esta hermosa ciudad.
Lo peor que nos puede pasar en que sigamos ignorando la realidad por el purito que al desnudarla estamos mostrando una imagen negativa de la ciudad, craso error, ya que para entrar a solucionar los problemas tenemos que comenzar por aceptar su existencia, convocando a los diferentes actores estratégicos para que aporten a las soluciones, buscando que prime el bien general.