El pasado sábado 9 de febrero cuando todos los periodistas recibíamos mensajes de felicitaciones por ser nuestro día, dejó de existir Gustavo Emilio Balanta Castilla, un colega al que conocí en la Heroica hace muchos años, cuando yo tocaba puertas en las emisoras porque quería trabajar en radio.
No hice amistad con él, pero nos saludábamos cuando nos encontrábamos, dejé de verlo porque me fui a probar suerte en Sincelejo, la capital de Sucre donde trabajé por muchos años.
Regresé a Cartagena de Indias y nos volvimos a encontrar, su forma de vestir me advertía que ese hombre que conocí años atrás ya tenía un propósito claro, defender a capa y espada su raza. Era un aguerrido defensor de los derechos humanos y un dinámico guardián de las comunidades afros en Cartagena de Indias.
«Qué noticia tan triste he recibido hoy día del periodista en Colombia, el fallecimiento del comunicador Gustavo Balanta. Lo recordaré por sus luchas sociales por su gremio, por los derechos humanos y por los afros. Paz en su tumba y un abrazo solidario a sus familiares y amigos», dijo el alcalde (e) de Cartagena de Indias, Pedrito Tomás Pereira Caballero.
Gustavo Emilio Balanta Castilla, falleció en la Clínica Crecer de Cartagena a sus 53 años producto de un complicado cuadro de salud generado por una desgastante diabetes.
La defensora de los derechos de las mujeres Lilia Solano también lamentó la muerte del periodista y escritor recordando que el año pasado presentó su poemario ‘Desde lo negro llegan estos cantos’.
Se caracterizó por defender sus ideales de tendencia izquierdista y su gusto por las letras. Padre de tres hijos y casado con Marelvis Álvarez. Militó en la Unión Patriótica y fue aspirante al Concejo de Cartagena de Indias. La defensa por los afrodescendientes marcó su vida y hasta su forma de vestir.
“Se apagó una poderosa voz Afro, un poeta, un defensor de la justicia, la paz y la democracia. Nos hará mucha falta no sólo en la Dirección de la UP, sino en la vida cotidiana. A su familia, sus amigos un abrazo en medio de la tristeza”, dijo la senadora Aída Avella tras lamentar la muerte de Balanta.
Sus más cercanos amigos y colegas le dieron el último adiós, recordando anécdotas entre risas y llantos, pero sobre todo exaltando el buen trabajo y la huella que dejó a su paso.
“Estoy segura que no se fue vencido, que se fue liberado, porque enfrentó sus batallas, hasta que una lo dejó sin aliento, tal vez solo para decirnos adiós. Balanta deja su impronta en cada uno de nosotros y hoy descansa en paz. Adiós colega desde el corazón y la razón”, escribió la Periodista Yeny Navarro.