Ayudar al prójimo es una vocación que Danny Yodera Julio ha venido cultivando desde hace 16 años, cuando constituyó la Corporación para el Desarrollo Humano (Cordeshu), que brinda atención a las personas en condición de vulnerabilidad.
Esta licenciada en Pedagogía Reeducativa inició este proyecto en el año 2004, como una forma de aportar a la transformación social de su natal isla de Barú, al observar las necesidades que enfrentan muchos residentes en su comunidad y que los ha llevado a recurrir a la mendicidad para conseguir el sustento diario.
Para esta mujer de 54 años, que ha sacado adelante a 3 varones y ha criado a 3 mujeres como si fueran sus hijas, ser solidario debe traducirse en acciones y es por eso que decidió enfocar su vida en beneficio de aquellos que se encuentran desamparados.
Aunque no ha sido una labor fácil, Yodera Julio ha podido mantener las puertas abiertas de dos albergues en los que ofrece alimentos, ropa limpia y una cama para dormir para las personas que no tienen donde pasar la noche.
Como entidad sin ánimo de lucro, Cordeshu necesita del apoyo ciudadano y de organizaciones para continuar con su trabajo, por lo que su directora agradece el acompañamiento que viene recibiendo del Grupo Puerto de Cartagena, a través de la Fundación Puerto de Cartagena (FPC), y que les permite seguir adelante en medio de las dificultades que ha ocasionado el confinamiento, por la pandemia del Coronavirus.
«Desde que comenzó la pandemia en el mes de marzo, estamos contando con el apoyo de la Fundación, sobre todo en el tema de alimentos debido a que esto hace posible poder albergar a más personas», dijo.
Sostiene que la ayuda recibida de la FPC no ha sido sólo alimentaria, por lo que no duda en calificar a esta entidad como una gran aliada, debido a que tanto ella como para su equipo de trabajo han recibido apoyo para seguir laborando de forma segura y responsable, en medio de esta emergencia sanitaria.
«Nos han apoyado también con colchonetas, elementos de desinfección como hipoclorito y gel antibacterial, y también nos han apoyado con tapabocas y guantes. Han estado muy atentos, no solo con las donaciones materiales, sino también dándonos una palabra de aliento que nos ayuda a seguir», afirmó.
Estas ayudas han permitido a Cordeshu brindar atención digna a unas 50 personas en condición de calle, que actualmente se encuentran en los hogares de paso que tiene esta entidad, uno en el corregimiento de Pasaballos y otro en el barrio El Bosque de la ciudad de Cartagena.