El sexo es el adhesivo en una pareja, lo que hace que disfrute de forma plena. Pero, en ocasiones, el miedo, la vergüenza, el tipo de educación o la falta de comunicación pueden hacer que no te abras y compartas lo que te gusta. El temor a una posible discusión, el poder hacer daño o quitarle importancia al asunto también pueden influir en este tema ‘tabú’.
Al final el sexo tiene la importancia que cada uno quiera darle. Lo fundamental –manifiesta Silvia Sanz, psicóloga y sexóloga– es que ambos miembros de la pareja estéis en sintonía respecto al modo, la frecuencia y la intensidad de las relaciones sexuales.
Sanz opina que el interés sexual no depende, como a veces se piensa, de la edad, sino del tipo de vida que llevéis: el estrés, el cansancio, el tiempo que tenéis libre o la salud son factores que influyen más que los años.
Esto puede solucionarse buscando ratos para relajaros y provocando encuentros con tu pareja. En estos momentos tienes que pedir lo que te gusta y expresar también aquello que no quieres. «Es algo que parece sencillo, pero se suele practicar poco», señala esta sexóloga.
Errores más frecuentes
- Estar demasiado pendiente de cómo te ve
- No tomar la iniciativa por temor al rechazo o prejuicios que te limitan
- Omitir los preliminares
- Creer que solo existe una zona erótica
- Presuponer que a tu pareja le gusta lo mismo que a ti
- Apretar con fuerza zonas demasiado sensibles
- Fingir los orgasmos
- Ser demasiado sincero sobre aspectos que no se pueden cambiar
- Comparar con exparejas
- No pedir lo que realmente te gusta
No obstante, cada pareja es diferente. Se puede pasar por etapas en las que el sexo es más físico, pero conforme se avanza en la relación aumenta el interés por los aspectos emocionales y afectivos. «Saben lo que quieren y lo que les gusta, suelen expresar sus deseos, esto les dota de más seguridad y confianza, conocen sus fortalezas y debilidades y alcanzan su plenitud. Además, les otorga más facilidad para lograr los orgasmos y vivirlos con plenitud». Estos suelen centrarse más en la calidad que en la cantidad y se preocupan por las necesidades y deseos del otro, pues esto es también una parte importante para conseguir su propia satisfacción.
Raquel Graña, psicóloga y sexóloga, expone que no siempre es fácil comunicar a tu pareja qué te gusta en el sexo, pero se puede solucionar «con comunicación, comprensión y humildad, no siendo soberbio». Es importante escuchar antes de hablar y no juzgar ni suponer. La confianza se establece poco a poco y si el otro no se suelta, puede ser porque no se siente comprendido. «En algunos casos, es más fácil hablarlo después de la relación erótica que durante la misma. Si te da vergüenza y apuro, lo mejor es empezar por pequeñas cosas o dejar alguna nota diciéndoselo, aunque lo mejor es cara a cara, explica Graña.
- ¿Qué puedes hacer si tu pareja está en crisis sexual y no le apetece hacerlo nunca?
En ocasiones, la rutina sexual hace que algunas personas encuentren los momentos íntimos muy previsibles y de forma inconsciente le dediquen menos tiempo. Sin embargo, «tenemos más responsabilidad de la que creemos para no caer en la rutina», apunta Sanz. Y es que hay que tener una actitud activa y comprometida para cuidar cada día una relación, y el sexo no es más que otra manera de comunicarse. «Del mismo modo que cuidas tus palabras, debes cuidar tu modo de conquistar cada día a tu pareja. Esa es la receta del amor».
Esta rutina puede derivar en una falta de deseo sexual, que también puede ser el resultado de que algo no esté funcionando en la relación. En este caso, Graña explica que tienes que dedicarle ‘tiempo de calidad’ a tu pareja, escucharle de forma activa, sin televisión u otro medio de fondo: estar por y para ella. «Escuchar, entenderla y estar ahí, apoyarla; tener empatía», subraya.
«Para desearse hasta la vejez, hace falta mucha comunicación y compromiso por mantener vivas todas las facetas de la relación: admiración, conquista, intimidad, complicidad… Y, sobre todo, ingenio, porque el amor, por sí solo, no provoca deseo a lo largo de los años», señala Sanz. Recuerda que la pasión evoluciona y la comunicación y los sentidos son imprescindibles. Por ello, debes contar con cierta predisposición, motivación e interés para conquistar diariamente a tu pareja. Y, sobre todo, abre tu mente para conseguir una relación sexual plena y satisfactoria.
- Juguetes sexuales, ¿sí o no?
Sanz aclara que los juguetes eróticos son perfectos si quieres incorporar algo diferente a tu relación, tanto si lleváis poco tiempo como sí queréis romper la rutina y descubrir nuevas sensaciones. «Lo cierto es que, siempre que su uso sea consensuado, se convertirán en un ingrediente que añada un toque erótico al encuentro y lo potencie».
*Tomado de ABCBIENESTAR