Mientras a la capital del departamento de Sucre, la tiene sitiada la delincuencia común que atracan a cualquier hora del día, en cualquier lugar, sin importar quien sea su víctima, como ocurrió hace menos de una semana, con un alto funcionario del GAULA Sucre, el cual fue atracado en Sincelejo junto a su conductor, a quien según los medios de comunicación le robaron, la pistola, radio, cartera, y vestimenta.
También existe fuerte presencia de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, llamadas por las autoridades «Clan del Golfo» cómo quedó demostrado en el último paro armado.
Sincelejo tiene la tasa más alta de Colombia en trabajo informal, dónde un gran número de sus habitantes come una vez al día, mientras eso ocurre la corrupción se ha vuelto tan común que el concejal de Sincelejo José David González, quien lleva más de 20 años ejerciendo esa actividad, sin pena alguna, acepto públicamente, en sesión de dicha corporación, ser un corrupto más.
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A la vez que el Alcalde de Sincelejo Andrés Gómez Martínez a quien el Concejo Nacional Electoral, le revocó su elección por doble militancia y apelado a todas las herramientas que le da la ley para no abandonar el cargo, señala que es un perseguido político y ha sido extorsionado por dirigentes políticos del departamento, quienes al comienzo de este proceso jurídico, le han pedido dinero y burocracia para no continuar presionando su salida del cargo y agrega según los medios de comunicación, que quienes están detrás de la persecución y extorsión en su contra, tienen lista la terna, en el que esta quien lo reemplazaría, para robarse los recursos públicos.
¡Pobre Pueblo!
En pocas palabras Sincelejo está entre la espada y la pared por un lado los ladrones, las bandas criminales y por el otro los corruptos que se pelean entre ellos, para seguir robándose los recursos públicos y así mantener a la capital del departamento de Sucre, en el atraso, miseria y la terrible inseguridad que hoy vivimos.