El hambre llegó al departamento de Sucre de la mano de su gobernador Héctor Olimpo Espinosa Oliver, quien desperdició su cuarto de hora en la fantochería ¿y en la hamponería?
Vivió los cuatro años de gobierno tras las licitaciones personales que una vez esté fuera del poder le pasarán cuenta de cobro a él y a su hermana «La Patrona» senadora Karina Espinosa Oliver, quien no terminará su periodo en el Congreso, porque esa credencial la tumban a punta de demandas legales. Esa plática se perdió.
Afronta nuevamente La Mojana el agua sin haber tenido respiro y el desesperado, deprimido por su billete Héctor Olimpo, sigue cómo lucero espiritual con la región. Sin embargo las cabalgatas de Héctor no faltan en sus redes sociales.
Con el desierto en agua que arrasó con las cosechas en La Mojana -despensa alimentaria del departamento- la hambruna va a ser peor en Sucre. Lo que si les digo es que sale a justificarse en que es una crisis mundial; a eso hay que responderle ¡mamola! Aquí no somos tan estúpidos. El nepotico y atropellador gobierno del Héctor es el causante de esta desgracia, así como su enriquecimiento personal.
La vía de Las Tablitas -San Marcos en Sucre, está enlodada en el interminable barro y fracaso entre Héctor y al que en el parque Santander de Sincelejo llaman el «ratero honrado» Edgar Martínez Romero, exgobernador de Sucre. ¿Hampones?
Es posible que agreguen un millonario otrosí al contrato de esta vía y pudiera estar plagado de corrupción que acaba las esperanzas de la región de La Mojana, donde está ubicada.
Lo que queda es que el gobierno de Petro no permita esta atrocidad. Así como hacer una vigilancia estricta a las regalías que igualmente quieren en Sucre meterle el diente. Mucha atención al empréstito de $90.000 millones para el saneamiento del sector salud, siendo el veneno los pagos por sentencia. Amén del hospital de segundo nivel del Golfo a lo que el presidente Petro tiene que estar en la máxima alerta, porque la «succión» por ese rubro es evidente.
Le toca sopesar al gobierno central lo que más le convenga a Sucre y buscar los mecanismos de tal forma que Héctor no huela un peso. De lo contrario el diablo será el partero. De otro lado se le aparece a Héctor la magia de nombrar alcalde de Sincelejo ante la inminente salida del mandatario actual, dónde se renovará o hará un nuevo contrato con otra entidad en el tema del manejo del agua de Sincelejo actualmente en manos de la empresa Veolia, otra millonada. Ojala que Petro no permita tanta sinvergüenzura.
Mientras Héctor Olimpo y su hermana «La Patrona» Karina Espinosa Oliver, hacen alarde de riquezas que nunca han tenido y propiedades van propiedades vienen. En el copetudo barrio de Sincelejo los cinceles no paran adecuando lujosas viviendas para Héctor y «La Patrona».
¿Hampones?
¿Hampones? mientras el 51% de los sucreños buscan desesperadamente como arreglárselas para comer una vez al día; como lo leen ¡una vez al día! Más de 400 mil personas en Sucre, luchando por comer una vez al día. Hay que ser muy bellacos para actuar con tanta miserable insensibilidad matando a un pueblo que muere del hambre ¿Hampones?
Todos se quejan de la bellaquería de Héctor. Ha entregado Sucre a los foráneos, son ellos los que mandan en la Gobernación, con el agravante trato displicente y humillante al nativo.
Estamos jodidos si lo nada que queda dejamos que Héctor, su hermana Karina y su cuñado Santiago Alcalá acaben inmisericordemente con ello y se continúen defecando en la cara de los sucreños ¡Estamos jodidos y medio!
Lo cierto es que al votante sucreño se le advierte, le pasan los hechos y no aprende. Ojalá en las próximas elecciones den muestra de sensatez y dignidad votando por el bien de Sucre.