El destino lo bajó dramáticamente de la motocicleta que le daba su sustento diario y el de su familia. Un ataque cerebral isquémico le quitó la movilidad y gracias al buen corazón de los Policías adscritos a la Estación Mompox, Bolívar, Hermenegildo Mejía Durán, puede ahora recibir sus terapias en silla de ruedas.
El hombre de 78 años de edad, se ganaba la vida como mototaxista, actividad que, pese a no estar autorizada por el Gobierno, se convirtió en los últimos años en su única opción para llevar el sustento diario a su hogar.
Con el correr de los meses se convirtió en el mototaxista de confianza de muchos residentes de Mompox. Era el recomendado para los turistas que querían conocer aquella población colonial llena de historias hasta donde el Cementerio Central es un atractivo turístico en la llamada “Ciudad de Dios” de donde es oriundo.
A Hermenegildo la vida le cambió en un abrir y cerrar de ojos, una mañana se levantó y se preparó para irse a trabajar con el mismo amor y carisma de siempre, sin siquiera imaginar que ese día sus clientes se quedarían esperando sus servicios y sus historias porque un ataque cerebral isquémico le produjo daño en el 80% de su cerebro.
En medio de la tristeza y la desesperanza de su familia por aquel triste suceso, los efectivos policiales encargados de velar por esa comunidad del departamento de Bolívar y en compañía de la fundación ASOGRUMAG, le entregaron una silla de ruedas que les facilita su traslado de un lugar a otro para seguir el tratamiento de rigor.
Este gesto solidario de la Policía es otro apunte positivo de hombres y mujeres que no solo portan armas de fuego, sino que poseen una artillería de sentimientos y emociones al servicio de quienes más lo necesitan y en el momento oportuno.