“…Debemos creerle al Gobierno que ha anuncia que las EPS no se acabaran y es necesario que dichas entidades se unan al nuevo sistema…”
La plaza de Armas de la Casa de Nariño ha sido el escenario propicio para diferentes actuaciones que Colombia y el mundo no olvidarán, tal vez uno de los más recordados últimamente es el discurso que pronunció el expresidente del Congreso de la época, Ernesto Masías durante la posesión del Presidente Duque, allí, por su ignorancia de gamín, con sangre de venganza y revancha solapada con el gobierno de Juan Manuel Santos, lanzó un panfleto lleno de odio, propio de su estirpe seudo intelectual de baja calaña, que afortunadamente le sirvieron para poner fin a su carrera política, y hoy se encuentra en las penumbras de su propia inexistencia.
Como Locolombia es un país no sólo de discursos guerreristas, sino de excentricidades, en la reciente posesión del presidente Petro, después de negativas del entonces presidente Duque, una fuerza acompasada de miembros de la guardia presidencial, con reclutas de campesinos e indígenas y al ritmo de soneto pretoriano, entraron a la Plaza de Bolívar, con gritos y arengas, cargando la espada de Bolívar que se veía oronda y presuntuosa como queriendo hablarle al país. No más guerra…
Recordemos que la tan cacareada espada fue robada en 1974 por la extinta guerrilla del M-19, donde Petro hacia parte de sus filas y la convirtieron en símbolos de libertad y revolución, sin el beneplácito, por supuesto del libertador Simón Bolívar. “La espada tiene tanta historia que hoy sumará una más, quiero que nunca más esté enterrada, que solo se envaine cuando haya justicia en este país”, exclamo el presidente Petro.
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Esa misma plaza de Armas de la Casa de Nariño, sirvió el pasado 14 de Febrero del 2023, para lanzar al aire, globos simbólicos que contenían el proyecto de ley sobre la reforma a la salud y su hoja de ruta, que nos ha servido para parodiar al famoso refrán… “Ni tanto que queme al santo…ni tan poco que no lo alumbre”. Ello en palabras castizas, nos indica que no se puede exagerar de parte de los dos bandos afectados o agraciados, cuando se nota que por ésos intereses de corrupción y malos manejos se intente evitar una reforma que es necesaria, pero, cada bando está dimensionando los pro y contras y lo que se requiere es encontrar el punto medio o de equilibrio para beneficio del país y de los usuarios.
Normalmente el Estado, cuando una entidad falla por malos manejos, corrupción, apropiación de los recursos, desviación de los mismos a paraísos fiscales, la primera fórmula es acabar con la entidad. Ejemplos a montón, Medimás, Coomeva, Convida, Saludcoop, Saludvida, Emdisalud, Confamiliar Cartagena, Ambuq, Comparta, Confamiliar Huila, Confacundi, normalmente sus dueños son empresarios y/o miembros de la clase política que se han involucrado en el rentable negocio de la salud y los resultados han sido fatales, cuando más de 60 billones de pesos es la deuda que las EPS les deben a las entidades médicas y sus contratistas, sin contar las innumerables demandas por pésimo servicio.
Actualmente se cuenta con 50 EPS legalmente constituidas y la mayor de todas es la Nueva EPS que como sabemos trae un lastre de corrupción del antiguo ISS. Para conocimiento general, ésta Nueva EPS es de carácter público-privada ya que el Estado es dueño del 50% y el restante se lo reparten, Comfenalco Valle, Colsubsidio, Compensar y Cafam y cuenta con más de 9 millones de afiliados, le siguen en su orden EPS Sanitas que rebasa los 5 millones de afiliados y le siguen la EPS Sura, con también más de 5 millones de afiliados.
Debemos creerle al Gobierno que asegura que las EPS no se acabaran y pide que dichas entidades se unan al nuevo sistema, especialmente en los tres principales indicadores que aquejan a la población como son la mortalidad materna, los controles prenatales y la mortalidad evitable, con la creación de los centros de atención primaria, que puede ser públicos o privados que puedan desarrollar el objeto social de la prestación del servicio de salud, que no es el mejor que tienen las EPS, y en consecuencia deben entrar irremediablemente en la transición para que no desaparezcan producto de sus andanzas de antaño.
Es interesante la creación de La Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud “Adres”, entidad con semejanza a una empresa industrial y comercial del Estado, con personería jurídica, autonomía administrativa y financiera, patrimonio independiente, adscrita al Ministerio de Salud y Protección Social, que a su cargo estarán las transferencias, pagos, y giros que se deben realizar a los diferentes entes que intervienen en el sistema de salud.
Lo que no vemos con buenos ojos son los Fondos Regionales de Salud. A esos fondos se les asignaría una cifra determinada de recursos para atender y pagar de forma directa a las clínicas y los hospitales, cuando conocemos la tramitología y politiquería asfixiante de los encargados en los municipios y departamentos que no caminan sin corrupción, cuando las “Adres”, deberían girar directamente los dineros a quienes prestaron el servicio sin intermediarios. …el tiempo les dará la razón a quien la tenga…todo por la salud.