Carlos Arturo Peña Herrera, el conductor responsable de una tragedia vial ocurrida el 1 de diciembre en Turbaco, Bolívar, fue judicializado por los delitos de homicidio culposo y lesiones personales agravadas. Un juez con funciones de Control de Garantías impuso este lunes una medida de aseguramiento en establecimiento carcelario, tras la fuerte evidencia presentada por la Fiscalía, que señala que Peña Herrera conducía bajo los efectos del alcohol y atropelló a un grupo de personas, causando la muerte de seis personas.
El fatal accidente ocurrió a las 2:30 a.m. cerca de la entrada al barrio 5 de Octubre, en la troncal que conecta Turbaco con Arjona. Peña Herrera, de 27 años y odontólogo de profesión, al parecer perdió el control de su vehículo Chevrolet Ónix Turbo y arrolló a diez personas que se encontraban en las afueras de un establecimiento público. De las víctimas, seis fallecieron mientras que los otros cuatro heridos siguen recibiendo atención médica con pronostico reservado.
El impacto fue tan violento que desató una fuerte reacción de la comunidad. Tras el accidente, decenas de personas, entre las cuales se encontraban familiares de las víctimas y vecinos del sector, se acercaron al lugar y, visiblemente alterados, comenzaron a agredir físicamente al conductor. Peña Herrera fue golpeado con piedras y palos antes de que la Policía interviniera para trasladarlo a un lugar seguro y evitar mayores enfrentamientos.
La decisión judicial de imponer la medida de aseguramiento fue tomada luego de que el acusado no aceptara su responsabilidad en los hechos. La Fiscalía presentó pruebas que indican que Peña Herrera estaba en estado de embriaguez al momento del accidente, lo que agravó aún más su situación. Según los informes, el conductor tenía un grado de alcoholemia elevado y se habría quedado dormido al volante, lo que ocasionó que su vehículo se saliera de la vía y atropellara a las víctimas.
La alcaldesa de Turbaco, Claudia Espinosa, condenó públicamente el trágico suceso, destacando el profundo dolor que ha causado en la comunidad no solo la pérdida de seis vidas, sino también la relación cercana que el conductor tenía con las víctimas. «Esta tragedia nos recuerda los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol y la irresponsabilidad al volante», expresó Espinosa.
La tragedia ha dejado una marca imborrable en la comunidad de Turbaco, donde la indignación por lo sucedido es palpable. La decisión del juez de imponer una medida de aseguramiento en establecimiento carcelario busca dar respuesta a la grave situación y garantizar que se haga justicia por las vidas perdidas y los daños causados.