La capital de EE.UU. se prepara para recibir a cerca de un millón de personas el 20 de enero, cuando Donald Trump asuma la presidencia. La ciudad contará con más de 25.000 agentes y tropas, drones de vigilancia, y vallas de seguridad en respuesta a amenazas previas y manifestaciones programadas.
El operativo incluye la activación total de la policía de la ciudad, 7.800 tropas de la Guardia Nacional y alrededor de 4.000 oficiales provenientes de todo el país, además de drones que se encargarán de la vigilancia aérea.
Se están levantando más de 48 kilómetros de vallas anti-escala de 2 metros de altura, especialmente cerca de la Casa Blanca y el Capitolio, en lo que se considera una de las ceremonias de posesión más resguardadas en la historia reciente de Estados Unidos.
En los días previos a la toma de posesión, se han convocado manifestaciones en rechazo al mandato de Trump. Este sábado se realizará la «Marcha por el Pueblo», organizada por diversas organizaciones de derechos civiles, mientras que el domingo se espera la “Gran Protesta contra Trump”, que contará con la participación de coaliciones propalestinas y movimientos socialistas.
Este fin de semana también se celebrarán eventos en honor a la llegada al poder del nuevo presidente. El sábado, Trump y su gabinete protagonizarán una recepción con fuegos artificiales, y el domingo se celebrará el «Rally de la Victoria» en el centro de la ciudad.
Además de los eventos festivos, Trump asistirá a una ceremonia solemne en el Cementerio Nacional de Arlington, donde rendirá homenaje al Soldado Desconocido con una corona de flores. En la misma jornada, se espera que el presidente electo ofrezca un discurso, marcando su inicio oficial en la Casa Blanca.