Japón se ha convertido en la primera selección nacional en asegurar su lugar en la Copa Mundial de la FIFA 2026, luego de derrotar 2-0 a Baréin en una intensa jornada de eliminatorias asiáticas en Saitama. La victoria, que dejó a más de 60,000 fanáticos celebrando, también consolidó el dominio japonés en el Grupo C con 19 puntos, a falta de tres partidos para el cierre de la clasificación.
Desde el inicio del encuentro, Japón demostró su superioridad. La primera anotación llegó al minuto 66, cuando el mediocampista Daichi Kamada, jugador del Crystal Palace, aprovechó una excelente jugada colectiva para abrir el marcador. Ya en el minuto 87, el volante Takefusa Kubo, exjugador del Real Madrid y actual integrante de la Real Sociedad, selló la victoria con un gol que desató la euforia en el estadio y en todo el país.
Este triunfo ratifica el impresionante invicto del equipo dirigido por Hajime Moriyasu, quien ha logrado 12 victorias y un empate en 13 partidos de clasificación, con un abrumador saldo de 48 goles a favor y solo 2 en contra, destacándose como una de las selecciones más contundentes de todo el proceso clasificatorio.
Con esta clasificación, Japón asegura su octava participación consecutiva en una Copa del Mundo, algo que solo pocas selecciones pueden presumir. Desde su debut en Francia 1998, Japón ha sido un contendiente constante, llegando hasta los octavos de final en ediciones como Corea-Japón 2002, Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018. Aunque la selección nipona no ha logrado avanzar más allá de esa instancia, su consistencia y competitividad son innegables.
La clasificación al Mundial 2026 también marca un hito importante, ya que por primera vez el torneo se jugará en tres países: Estados Unidos, México y Canadá. Estos tres equipos ya tienen su lugar asegurado como anfitriones, pero la victoria de Japón es una clara muestra de que la selección asiática está más que preparada para competir en el más alto nivel.
Al finalizar el encuentro, la alegría fue evidente tanto en los jugadores como en el cuerpo técnico, quienes compartieron momentos especiales con los niños que se acercaron al campo. Firmaron autógrafos, se tomaron fotos y celebraron con los más jóvenes, demostrando el impacto y la conexión que el fútbol japonés sigue teniendo en su comunidad.