En las últimas horas un Juez de Control de Garantías ordenó la libertad del curador urbano Ronald Llamas, al igual que la del arquitecto Claudio Restrepo y el representante del «Proyecto Multifamiliar Acuarela», Lucas Tamayo, quienes habían sido capturados desde el pasado 5 de junio, tras ser vinculados a la investigación que se sigue por presuntas irregularidades en la construcción de una torre de 30 pisos en el barrio Torices de Cartagena.
Entre las irregularidades se determinó que afecta la visual del Castillo de San Felipe de Barajas teniendo en cuenta que su primera torre fue levantada muy cerca de la emblemática fortificación.
El Juez de Control de Garantías sostuvo que “este era un caso de hipertrofia normativa y de competencias donde no había claridad para determinar la zona de periferia histórica porque no hay un POT actualizado”.
La Fiscal que presentó el caso, acusó al Curador Ronald Llamas y a los dos representantes del edificio Aquarela, de adelantar las obras sin el lleno de los requisitos legales imputándoles cargos por urbanismo ilegal, prevaricato por acción y daño en los recursos naturales.
De acuerdo con la Fiscalía la licencia para el proyecto que está suspendido y contempla la construcción de 9 torres de 30 pisos cada una con 940 apartamentos, se entregó sin el análisis riguroso para medir el impacto real que tendría la obra en una zona protegida por la UNESCO y sin la aprobación del Consejo Nacional de Monumentos.
«La actual torre en construcción es prueba objetiva y demostrable del riesgo que el Conjunto Multifamiliar representa para Cartagena en su condición de bien inscrito en la lista de Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad», conceptúa la UNESCO.
La Fiscal del caso dio a conocer que familias y allegados de constructores figuran entre los compradores de apartamentos, lo que vulnera la norma que destina la vivienda de interés social a familias de los estratos 1,2 y 3. El edificio Aquarela, tendrían helipuertos, otra perla que se suma a la investigación.
Los investigadores evidenciaron que la edificación afecta el paisaje y representa un daño irreversible a los recursos naturales, teniendo en cuenta que altera las condiciones de hábitat de las especies y dificultan la reproducción y desplazamiento de las aves afectando el equilibrio ecológico.