En algunos juegos de naipes se considera “El Comodín” como aquella carta que puede utilizar un jugador según sus necesidades y a conveniencia de quien la usa, situación similar es lo que se está percibiendo en Cartagena de Indias de acuerdo a los convenios y contratos que ha venido suscribiendo la Alcaldía Distrital con la Empresa de Desarrollo Urbano de Bolívar S.A (EDURBE), para el desarrollo de diversas obras y actividades, con millonarias sumas de dinero puestas sobre la mesa.
Debemos recordar que EDURBE fue creada en el año 1981 con el fin de desarrollar y darle cumplimiento a la Ley 62 de 1932, iniciativa del entonces senador Bolivarense Alfonso Romero Aguirre, por lo cual y a manera de reconocimiento se ha denominado con su nombre el puente que comunica a Crespo con Canapote.
Desde esa época, transcurridos hoy 87 años, se viene hablando de la recuperación de los cuerpos de agua de la ciudad, sin que a la fecha se hayan realizado intervenciones que generen algún impacto en el mejoramiento ambiental, por el contrario cada vez se observa un mayor deterioro y usurpación por particulares de áreas aledañas a los caños y lagunas.
Desde su creación EDURBE ha sufrido modificaciones tanto en la naturaleza que inicialmente se constituyó como una sociedad limitada a pasar como es ahora, a una sociedad anónima, y donde también se han realizado modificaciones en su objeto social, lo cual ha conllevado que la entidad haya perdido su rumbo para lo cual fue creada y desvíe sus funciones misionales hacia otros menesteres.
Hoy, EDURBE es una entidad que se rige por las normas del derecho privado, por lo cual no está sujeta al estatuto general de la contratación pública, lo cual genera que esta empresa pueda escoger de manera directa a sus contratistas para la ejecución de diferentes obras, sin necesidad de abrir concursos o solicitar la participación de diferentes oferentes, lo cual se traduce que puede escoger a dedo de manera unilateral y autónoma a quien bien considere, con lo cual solo tienen cabida aquellas firmas o profesionales que sean de afectos a las directivas de la entidad.
Dada la condición anterior y tratando de hacerle el esguince a la ley y a las normas de contratación pública, entre otras la de publicar en Secop las convocatorias; encontramos como la Alcaldía Distrital ha suscrito múltiples y millonarios convenios y contratos con EDURBE para que esta ejecute diversas obras tales como pavimentación de calles, remodelaciones de instituciones educativas, reconstrucción de parques y la más exótica conocida últimamente, la contratación de “Acciones tendientes al logro de los objetivos propuestos en el Programa de Primera Infancia Feliz y Protegida a través del desarrollo de acciones articuladas intersectoriales que promueven el fortalecimiento de la familia como núcleo esencial en la protección de la infancia y la adolescencia”, ¿será que la denominación señalada se estableció para justificar el valor de dicho contrato por Mil 800 millones de pesos?
Vale la pena indicar que últimamente la relación contractual entre la AlCALDIA y EDURBE, tuvo su máximo auge durante el encargo como alcaldesa de Yolanda Wong Baldiris, teniendo en cuenta que durante los meses de julio y agosto del presente año, se suscribieron contratos por un valor aproximado a los 65 mil millones de pesos.
La situación actual de esa relación escandalosa ALCALDIA – EDURBE, amerita un pronunciamiento de los miembros de la Junta Directiva de esa entidad, de los organismos de control, así como del Alcalde (e) Pedrito Pereira Caballero, quien no debe esperar en este caso pronunciamiento o directrices de la actual vicepresidenta Marta Lucía Ramírez.