La Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional identificaron una estructura criminal conformada por 14 ciudadanos israelíes y dos colombianos, quienes serían responsables de las actividades de proxenetismo y explotación sexual en las ciudades de Cartagena, Santa Marta, Medellín y Bogotá. Ocho de los presuntos integrantes fueron detenidos en Colombia, contra los demás hay órdenes de captura internacional.
La red conformada contactaba a jóvenes colombianas para explotarlas sexualmente con fines comerciales y someterlas a todo tipo de vejámenes a través de planes turísticos para conocer Cartagena de Indias, Santa Marta Medellín y Bogotá, que lejos de promocionar los atractivos culturales e históricos en estas ciudades ofrecía innumerables actividades de tipo sexual con menores de edad.
“Los elementos de prueba dan cuenta que los paquetes eran promocionados exclusivamente entre nacionales de Israel, la mayoría empresarios y hombres que terminaban su servicio militar obligatorio en ese país”, dijo el Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez Neira.
De acuerdo con las investigaciones a su llegada a Colombia, los extranjeros cumplían tours en hoteles, hostales, fincas y yates, asistían a fiestas privadas de música electrónicas y diversos escenarios en los que primaba la esclavitud sexual de menores de edad, jóvenes y mujeres, y la mezcla de licor con sustancias alucinógenas.
El andamiaje ilegal de esta estructura de proxenetismo fue descifrado luego de dos años de indagaciones, en los que fueron recibidos 21 testimonios de víctimas y realizadas 45 actividades de campo, algo más de 20 inspecciones judiciales, búsquedas selectivas en bases de datos y controles técnicos a las comunicaciones de los ciudadanos israelíes, entre otro centenar de técnicas avaladas judicialmente.
Con abundante material probatorio y a solicitud de la Fiscalía se hicieron efectivas 8 órdenes de captura en diligencias simultáneas realizadas en Santa Marta, Medellín, Cartagena y Bogotá.
Seis de los detenidos son israelíes, entre ellos uno de los señalados cabecillas, “Mor Zohar” y 2 colombianos, uno es un policía quien, presuntamente, entregó información privilegiada de los operativos. Los otros 8 ciudadanos israelíes tienen órdenes de captura con circular roja de Interpol.
La investigación que permitió detectar esta aberrante forma de esclavitud de niñas y adolescentes, y dar con sus responsables, comenzó el 15 de junio de 2016. Ese día, en el barrio Simón Bolívar de Medellín, fue asesinado el ciudadano de Israel Shay Azran, y las primeras versiones indicaron que el crimen habría sido ordenado por otro israelí y estaba relacionado con diferencias económicas por la venta de algunos apartamentos en la ciudad.
La Fiscalía, la Dijin e Interpol establecieron que el presunto determinador del asesinato era un hombre identificado como Assi Ben Mush, quien según los reportes migratorios registraba ingresos a Colombia desde 2009. “Este exmilitar fue capturado en Holanda por tráfico de estupefacientes en 2003 y tiene varios procesos en Israel por narcotráfico y trata de personas”.
Con la información obtenida se hizo un rastreo de las actividades del extranjero y se descubrió que era el propietario del Hostal Casa Benjamin, ubicado en Taganga Santa Marta, y que tendría participación en otros alojamientos en Cartagena de Indias.
También se constató que sería uno de los coordinadores de los planes turísticos con fines sexuales, organizador de polémicas fiestas electrónicas convocadas por redes sociales y presunto cabecilla de la red de israelíes.
En noviembre de 2017, Assi Ben Mush fue expulsado de Colombia por realizar encuentros masivos sexuales con drogas y alcohol, en Casa Benjamin de Santa Marta; sin embargo, su actuar ya estaba al descubierto, al igual que sus principales cómplices, colaboradores y maniobras ilícitas para lucrarse.
En las investigaciones se conoció que el máximo cabecilla de esta red de proxenetismo sería el ciudadano israelí Benyamin Mush, quien ha ingresado esporádicamente al país para supervisar el negocio ilícito y recibir cuentas de sus socios, Assi Ben Mush, Itay Senior y Mor Zohar.
“Hay evidencia de sus movimientos a países de Centroamérica y Suramérica en los que tendría estructuras de explotación sexual, trata de personas y venta de estupefacientes similares a la que constituyó en Colombia, por lo que Interpol lo declaró objetivo de alto valor”, dijo el Fiscal Martínez Neira.
El esquema criminal constituido en ciudades como Santa Marta, Bogotá, Medellín y Cartagena de Indias tenía una apariencia de legalidad, porque en el papel los supuestos integrantes de la organización creaban empresas de turismo, montaban establecimientos comerciales como hoteles, hostales y balnearios, y registraban gran parte de sus actividades comerciales.
Los presuntos proxenetas ubicaban niñas y adolescentes en etapa escolar, con dificultades económicas o problemas de descomposición familiar para reclutarlas e inducirlas a la explotación sexual comercial.
Los testimonios obtenidos revelaron que las menores de edad recibían entre 200 mil y 400 mil pesos por soportar los vejámenes de los turistas israelíes y eran obligadas a hacer parte de un grupo en WhatsApp al que llamaban “Purim”, nombre que recibe una festividad judía y que era creado en cada ciudad por los cabecillas de la estructura como mecanismo de presión e intimidación, y para convocar a niñas y adolescentes a fincas y hoteles frecuentados por turistas israelíes.
La Fiscalía, la Dijin e Interpol establecieron que las rentas ilegales obtenidas de la explotación sexual comercial eran invertidas en sociedades y compra de inmuebles, por lo que se configuraría una continua operación de lavado de activos en la que se buscaba dar visos de legalidad a los dineros producto de una conducta criminal.
“En las indagaciones se constató el inusitado incremento patrimonial de los señalados integrantes de la red de proxenetas que, en casi seis años, aumentaron sus ganancias en 7 mil millones de pesos sin justificación ni soporte alguno. Por ejemplo: la acelerada evolución económica de Assi Ben Mush entre 2011 y 2017 pasó de 379 millones de pesos de ingreso promedio anual a 3 mil 400 millones de pesos”, señaló el Fiscal.
Los 8 capturados tendrán que responder por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, inducción a la prostitución, proxenetismo con menor de edad, estímulo a la prostitución de menores, turismo sexual, enriquecimiento ilícito y lavado de activos.
También se ordenaron medidas cautelares con fines de extinción de dominio a tres bienes avaluados en más de 60 mil millones de pesos que harían parte de las finanzas de la estructura criminal denominada “Benjamín” que tenía injerencia en Bolívar Magdalena y Antioquia. En Cartagena de Indias se afectó Hostal Casa Golán, ubicada en el barrio Getsemaní de Cartagena.