Con un aforo máximo de 50 personas y tras casi seis meses de cierre por cuenta del Covid-19, el Gobierno ordenó la reapertura del sector religioso en Colombia donde cerca del 99% de los colombianos practica alguna religión.
Al ser un Estado laico, Colombia tiene la tarea de garantizar un tratamiento igual a todas las iglesias y confesiones religiosas.
“Dejar de ir de un momento a otro fue difícil, porque son espacios donde vivimos nuestra fe. La reapertura es algo bueno después de que se tengan en cuenta los protocolos de bioseguridad, aunque no será igual que antes”, dijo uno de los feligreses.
Cumpliendo los protocolos, las iglesias deben informar con anticipación los horarios de los encuentros, tomar la temperatura al ingreso de los templos, desinfectar las instalaciones, garantizar el distanciamiento de dos metros y no permitir el ingreso de menores.
En la región Caribe, Valledupar fue la primera ciudad en comenzar con el plan piloto de reapertura. En Barranquilla, 159 templos e iglesias han registrado protocolos y solicitado autorización en plataforma. Las iglesias implementaron también la Eucaristía virtual.