De llanto lo que sucede en la Mojana sucreña. Con anticipación lo dije, esta creciente va a ser peor que la de todos los años anteriores.
Hoy día el país se concentra sólo en las elecciones presidenciales y es entendible, pero eso no mitiga la tragedia de Rabón (San Benito, Majagual) El Limón, Jegua, Las Pozas y la infinidad de poblaciones de esta región sucreña.
Quien ejerce de gobernador en Sucre, Héctor Olimpo Espinosa, al parecer ha hecho un negocio de esa entidad e ignora la necesidad de la gente, porque está en lo suyo, en su reinado, de «rey». Es eso lo que él se cree en su patología psiquiátrica, un rey. ¡Está loco! Loco cuerdo, porque sus bolsillos sí que se abultan cada día más.
Está metido en negocios de salud, infraestructura, en lo que es y lo que no es cómo nunca antes visto en Sucre ¡Que se indigeste, si le da la gana! pero por favor atienda a la gente de la Mojana. Atiéndalas en comida y salud siquiera.
Viven en la carretera, los que tienen el pedacito de carretera para refugiarse, los otros que no cuentan con ella, a padecer se dijo, hasta dónde la vida les alcance. La diarrea y el hambre hacen de las suyas, porque ni al pescado se pueden atener, debido a que este cuando la creciente es tan brava, se va.
Si Su Majestad Héctor Olimpo, dejara de hablar tanta mierda, tomarse menos fotos y olvidarse un instante, siquiera un instante de enriquecerse y lo dedicara a atender la catástrofe de la Mojana, la situación fuera medianamente más llevadera.
Invito a Héctor Olimpo a que deje de mimar por un minuto a sus socios del negocio socio y por misericordia de Dios, dirija su mirada a los que en cambuches de plástico viven y la mosquitera son sus acompañantes, dónde a los niños, la indolencia administrativa los trata como animales y no les da diarrea, sino cagadera. Mírelos un instante, no es posible que todos sus ojos sólo existan para Emilio Tapias y la EPS «familiar» entre otros.
La campaña al senado de su hermana «La Patrona» Karina Espinosa ya pasó. Dónde el hermano que hace de gobernador estuvo al frente de los contratos y no contratos todo el tiempo y al final la payasada adhoc.
En ese tiempo si existió la Mojana, hoy no se «ensucia» «La Patrona» los pies, ni deja que se le moje la camándula del rosario que carga, porque para repetir oraciones no hay quien se la gane, y para el negociado tampoco. A esta parejita ideal de Hecti y «La Patrona» les pedimos se toquen el corazón por la Mojana. Oigan bien, el corazón, no la boca con los billones de negocios que se ufanan y frotan las manos por la olvidada región.
Por mí que la credencial de senado a esa niña no se la den, no se la merece y ojalá busquen como fue esa campaña. Seguramente encuentran la inundación de dinero, y no la que hoy a punta de irresponsabilidad, decidía y malparidez inunda y mata con imparable agua a la Mojana sucreña, ante los ojos de Héctor Olimpo y «La Patrona». ¡Valen mierda! Dios no es idiota.
Nota: personajes como el ex vicepresidente Francisco Santos, han dejado ver su preocupación por esta grave inundación en la Mojana sucreña.