Al final de cada año la Navidad nos llena de energía y entusiasmo, los espacios del hogar, el barrio y la ciudad, mágicamente nos conectan con la alegría y la esperanza de un nuevo comienzo.
Sentimientos encontrados invaden nuestros corazones, es una especie de felicidad combinada con nostalgia por aquellos que ya no están con nosotros. Nos invade a veces la angustia, pero el espíritu navideño nos obliga a ser mejores seres humanos con una fuerza especial que nos llena y nos permite sonreír sin hipocresía, pues en nuestros corazones está lo bueno que brota como espuma.
La niñez sin duda es la más dichosa, la inocencia de sus corazones se revela y se hace tangible con sus palabras. Hay un gozo muy especial en esa muchachada que contagia a los adultos y nos regresa a nuestra infancia.
El motivo de la decoración navideña es la preparación espiritual para volver a encontrarnos con Dios en el nacimiento del Niño Jesús con un año más en nuestros corazones. Es tiempo de regalos, pues son los premios, aunque el año tenga resultados contrarios a los esperados, dar con alegría y sin esperar nada a cambio es otro símbolo de gratitud por todas las bendiciones recibidas.
¿Por qué es especial esta época del año?
Porque todas las virtudes que tenemos como seres humanos se manifiestan en el amor, la esperanza, la gratitud, la vocación de servicio, la alegría, la empatía. Todo eso y más… Compartimos en tiempos de Navidad donde el mejor regalo sin duda alguna es cuidarnos y cuidar a los que amamos.
Feliz Navidad y un bendecido 2023 son los deseos de los 1.653 uniformados que conforman El Dpto de Policía Bolívar.