Desde la implementación de la ley 100, el sistema de Salud en nuestro país ha venido colapsando estrepitosamente, los gobiernos corruptos, de la mano de despiadados mercaderes de la muerte, lo han convertido en un negocio de pocos, dónde a la persona no se le ve como paciente, si no como a un cliente, los cuales en su mayoría, además de mal atendidos, terminamos siendo víctimas de los ya famosos «Paseos de la Muerte»
En Colombia desde hace décadas están muriendo más pacientes por deficiencias en el sistema de Salud, que por enfermedades, así lo revelan estudios, cómo el realizado por la Universidad de la Sabana, en donde afirma que, de los más de 10 millones de pacientes que se hospitalizan al año en Colombia, el 70 % tienen problemas de seguridad en la atención. ¿Por qué sucede esto?
La respuesta es clara, nuestro sistema de salud pública, se le ha entregado como cuota burocrática a particulares para su operación y servicio.
En la gran mayoría de departamentos del país, la red hospitalaria está en crisis, los hospitales municipales y sus recursos fueron salvajemente saqueados por la corrupción de manera descarada, sus dotaciones obsoletas, el personal médico y de enfermeras insuficiente, se han vuelto el común denominador, convirtiéndose en los signos y síntomas de una terrible enfermedad viral, llamada corrupción que a diferencia de pandemias como la Peste Negra o el Covid-19, no ha podido ser controlada, porque quienes deberían hacerlo, son precisamente quienes la transmiten.
Son muchos los hospitales públicos en nuestro país, que han sido secuestrados por gobiernos de turnos, sobre todo cuando los gobernantes regionales, no patrocinan las sinvergüenzuras de presidentes corruptos, quienes con la excusa de una intervención para recuperarlos, sanearlos y convertirlos en entidades productivas, terminan interviniéndolos y colocando al frente a personas expertas en el saqueo de recursos públicos, quienes no se conforman con el exagerado salario mensual que reciben por robar, sino que también van por el mínimo recurso, que debería estar destinado a una atención digna y eficiente de la población que requiere un buen servicio de salud.
Los intermediarios del sistema de salud, se han quedado con el negocio, en el que convirtieron lo que debería ser un servicio para cuidar la vida, adiós a la prevención, porque el interés en que las personas se enfermen, es su razón de ser y evitarlo, va en contra de sus perversos y desalmados intereses.
En fin el sistema de salud Colombiano no es equitativo, universal, ni accesible a la población, la asistencia sanitaria se basa en una ley que no tiene en cuenta las peculiaridades sociodemográficas, epidemiológicas y geográficas del país; ley diseñada para que la salud sea usada como botín para los politiqueros Corruptos y no para hacer valer un derecho fundamental, reconocido por nuestra carta constitucional.