La Federación Colombiana de Municipios (FDM) celebró con entusiasmo la aprobación del proyecto de acto legislativo 018 del Senado y 437 de la Cámara, que modifica el Sistema General de Participaciones (SGP) en su último debate. Esta reforma, que ahora pasa a ser parte del marco legal del país, tiene como objetivos principales aumentar la participación de las entidades territoriales en los Ingresos Corrientes de la Nación y redistribuir competencias entre la Nación y los territorios, tal como lo planteó la Constitución de 1991, antes de ser reformada en los años 2001 y 2007.
La reforma, que busca corregir el déficit histórico en los recursos que las regiones han recibido desde la implementación del SGP, permitirá que las entidades territoriales recuperen cerca de 400 billones de pesos que, según los cálculos, han dejado de recibir en las últimas dos décadas. Esta medida marca un paso trascendental hacia una mayor descentralización y autonomía territorial, elementos que la Federación considera esenciales para el desarrollo de las regiones y la mejora de la calidad de vida de los colombianos.
La FDM destaca que esta modificación al SGP puede convertirse en una de las reformas sociales más importantes de la historia reciente del país, ya que no solo garantizará mayores recursos para los municipios, sino también dotará a los gobiernos locales con las capacidades administrativas necesarias para gestionar su propio desarrollo de manera más eficiente. En este contexto, la Federación anunció que participará activamente en el trámite de la Ley de Competencias, cuya aprobación se considera crucial para la correcta implementación de esta reforma.
Agradeciendo al gobierno nacional, la Federación subrayó el apoyo recibido desde la administración del Ministro Cristo, quien respaldó el proyecto. También reconoció la voluntad política de los Honorables Senadores y Representantes que votaron favorablemente el proyecto, lo cual constituye un importante respaldo a la descentralización y a la equidad territorial.
Con este avance, los municipios del país esperan un futuro en el que puedan gestionar de manera más autónoma sus propios recursos y promover un desarrollo regional más equilibrado, fundamental para reducir las brechas entre el centro y las periferias del país.