Momentos de angustia y caos se vivieron en la tarde del domingo 5 de octubre de 2025, cuando un bus del Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM) Transcaribe se incendió repentinamente en inmediaciones de la estación del Pie de la Popa, obligando a una evacuación de emergencia y generando escenas de pánico entre pasajeros y transeúntes.
De acuerdo con testigos, el vehículo —identificado con la ruta X106— comenzó a llenarse de humo mientras transportaba pasajeros, lo que obligó a detener la marcha y evacuar rápidamente la unidad. Por fortuna, no se reportaron heridos ni daños personales. “Todo fue muy rápido. El bus empezó a oler a quemado y en segundos el humo llenó el interior. La gente salió corriendo”, relató uno de los usuarios que presenció el incidente.
En un comunicado oficial, Transcaribe confirmó que el bus involucrado está adscrito al concesionario Transambiental, el cual deberá realizar una investigación técnica exhaustiva para determinar las causas del siniestro. “Estamos recibiendo del concesionario toda la información pertinente para establecer lo sucedido. Como ente gestor, hacemos seguimiento permanente para conocer las causas y tomar las medidas correctivas necesarias”, indicó la entidad.
Como medida preventiva fue suspendido el certificado de idoneidad del vehículo, lo que significa que no podrá volver a operar hasta que las inspecciones finalicen y se garantice que la flota cumple con los protocolos de seguridad.
La rápida intervención de los pasajeros y del personal del sistema permitió controlar la emergencia y evitar que el fuego se propagara. “En este incidente no se vio comprometida la vida ni la integridad de ninguno de los usuarios ni del personal del SITM. Fue atendido y superado sin mayores consecuencias”, señaló la empresa pero el hecho reaviva el debate sobre el estado de mantenimiento de la flota de Transcaribe y la necesidad de reforzar los protocolos de prevención para garantizar la seguridad de los pasajeros.
La ciudadanía exige respuestas rápidas y medidas contundentes, pues situaciones como esta evidencian que, aunque no hubo víctimas, el riesgo potencial es alto y puede derivar en tragedias si no se actúa a tiempo.



