En estos días de velitas, me conmueve mucho el espíritu navideño que eclipsa a su paso todo lo que vivimos durante este 2020, que desde sus inicios vino cargado de aprendizajes y cambios radicales en nuestra manera de vivir y relacionarnos. Con frecuencia, he escuchado a personas con la esperanza de volver a hacer muchas cosas como antes. Pero la realidad, es que nada será como antes, y no solo por el Covid, sino porque muchos de nuestros hábitos se han ido cambiando paulatinamente y lo que hoy es la llamada nueva normalidad es una forma de aceptar la experiencia del cambio.
Hoy nos desafía un rebrote y volver a estar en confinamiento, pero cuando elegimos encender la vela de nuestro Ser, nuestra luz interna, no importa lo oscuro que pueda verse afuera, esa luz transforma e ilumina el sendero del cambio de lo que vivimos en una experiencia gratificante y plena o también si dejamos apagar esa luz interna podríamos asumir lo vivido como un triste y amargo suceso.
Lo que hace la diferencia es nuestra luz interna, ella nos muestra cómo vivimos la vida desde esa llama que aviva con alegría y esperanza en medio de la oscuridad… si enciendes una vela o muchas, recuerda que cada luz que enciendes de manera simbólica para una celebración espiritual según tu credo, puede también ser un maravilloso instrumento de bienestar emocional, para los que deseen usarla en su despertar e iluminar sus vidas, sus sentimientos, sus pensamientos, sus comportamientos, propósitos y cada cosa que vivimos como un regalo para crecer y avivar la llama del amor propio.
Entendiendo el amor propio, como la capacidad que tenemos todos los seres humanos para aceptarnos, cuidarnos y validad lo que somos. Enciende tu luz, la vela que ilumina el amor por ti y la pasión por tu propósito de vida; porque si te amas mejor, podrás amar mejor a los que te rodean, si logras verte mejor desde la autoaceptación, asimismo tendrás la capacidad de aceptar a los demás e incluso una vivencia dolorosa puede ser vivida desde la paz y el agradecimiento. Encendernos interiormente es despertar a vivir desde la consciencia de quienes somos y hacernos responsables de ello, es elegir vivir desde la libertad de Ser felices, por comprender que el regalo más hermoso que tenemos en la vida es saber que nos tenemos a nosotros mismos, y apreciar nuestra propia compañía, como el más valioso tesoro de la vida.
Reconocernos con nuestra luz interior implica poder mirarnos desde la compasión de aceptar nuestra humanidad y así poder validar la misma en otros, permitiéndonos vivir sin tomarnos nada personal, las personas no nos hacen cosas, simplemente hacen y nosotros con nuestra luz interna, decidimos ponerle un nombre a esa acción…Por ello hoy te invito, a que te enciendas, te ilumines, te despiertes y seas consciente de la oportunidad que hoy tienes de vivir la vida, y elegir la forma en que deseas experienciarla, allí está la clave de la felicidad.