Para la mayoría de las personas el 2020 se llevó nuestros planes. Sin importar a quién planeábamos visitar a dónde queríamos viajar, la mayoría nuestros planes sencillamente no pudieron cumplirse, o no de la manera en que teníamos previsto. Sin importar lo que nos propongamos en el 2021, ni las circunstancias de la nueva normalidad, dos estrategias pueden ayudarnos a construir un 2021 satisfactorio.
La primera consiste en tener una agenda. Pese a que la mayoría de los latinos se ufanan de no planear los días, llevar una agenda es una de las mejores maneras de sentirnos a gusto con nuestra vida, ya que lo que hacemos cada día es exactamente lo que necesitamos hacer para alcanzar lo que queremos. De hecho, cuando somos conscientes nuestra propia agenda, le estamos dando intención a nuestras acciones.
Una buena manera de comenzar es anotando las actividades que haremos cada día, prestando especial atención a lo que queremos alcanzar a corto, mediano y largo plazo. Si algo requiere nuestra esfuerzo continúo, esta actividad deberá repetirse de manera regular. Asimismo, debemos prestar atención e incluso planear nuestro tiempo libre, para que podemos usarlo con plena conciencia.
¿Qué nos gusta hacer que no tenga nada qué ver con el trabajo o el estudio y nos resulte satisfactorio? Ser conscientes de cuándo comienza y cuándo termina nuestro tiempo libre nos ayudará mantener el trabajo virtual dentro de límites sanos, evitando que invada nuestra vida personal a deshoras. Ser conscientes de nuestro tiempo libre también nos permitirá apreciarlo con gratitud y utilizarlo para conectarnos con nosotros mismos y con nuestros seres queridos, sin que se nos pierda en la maraña de los días.
Otro aspecto a tener en cuenta al llevar un calendario es el sueño. El día de mañana en realidad comienza la noche anterior, pues si no descansamos suficiente no tendremos energía para levantarnos a tiempo o cumplir con lo que habíamos planeado hacer. El sueño es una de las necesidades humanas más fundamentales, que nos fortalece tanto física como psicológica y emocionalmente. Por esta razón, la mayoría de las personas necesitamos dormir 8 horas al día.
Aunque el capitalismo abogue por la productividad y la aceleración de los ritmos de trabajo para producir más con menos, esa productividad se basa en una relación depredadora con la naturaleza: por una parte, en la explotación de recursos naturales no renovables, por otra parte, en la explotación de los trabajadores. Ambos sostienen la economía. Sin embargo, descansar es tan importante como trabajar (incluso más).
La segunda estrategia para aprovechar un año que también será de incertidumbre es no procrastinar. La mayoría de las actividades que no aplazamos logramos terminarlas de manera satisfactoria. Cuando adquieras la responsabilidad de hacer algo, pregúntate de manera sincera si puedes hacerlo enseguida. Si no puedes, calcula cuánto tiempo te tomaría hacerlo y añádelo a tu agenda, sin recargarte. Esto te ayudará a priorizar y organizar tus responsabilidades de acuerdo a lo que más valoras.
Si somos conscientes de cómo invertimos nuestro tiempo y no procrastinamos, sin importar lo que planeamos para el otro año de incertidumbre que se viene, tendremos un año satisfactorio, pues habremos materializado al menos algunas de nuestras intenciones.