Por estos días leí un titular que decía: | «Alcaldía de Cartagena recuperó inmueble donde funcionaba la Electrificadora en Manga». ¡Falso! Me dije. Y a la vez, me pregunté: ¿Por qué nos cuesta tanto reconocer la labor, el trabajo, la constancia, y la dedicación de otro, u otros?
Es de público conocimiento que hace dos décadas, y algo más, en el entonces municipio de Cartagena, entregó en comodato a la extinta Electrificadora de Bolívar un lote ubicado en el barrio Manga, el cual hace parte del área patrimonial del Fuerte del Pastelillo. Luego de la extinción de esta empresa pública, el lote fue cedido en el mismo comodato a varias empresas, entre ellas Transelca, empresa de economía mixta.
Pasaron años, y una de estas empresas que ocuparon el predio, ante el abandono estatal, emprendió una lucha jurídica por quedarse con el lote, aduciendo prescripción adquisitiva de dominio. Incluso, lograron hacer diseños arquitectónicos para construir una urbanización. ¡Habrase visto semejante desfachatez!
Fue en ese preciso momento que empezó una lucha de la comunidad para recuperar una propiedad pública. Asunto que le correspondía por competencia a la Alcaldía de Cartagena.
Fue entonces, qué los señores Eduardo de Río Puello, el abogado de apellido Ovalle, y Roberto Martínez Méndez, encabezaron una proeza jurídica, que después de muchos intríngulis por parte de la entidad que pretendía quedarse con el lote público, dio sus frutos.
El Tribunal Administrativo de Bolívar les dio la razón a los ciudadanos. No contentos con el fallo, la contraparte demandó ante el Consejo de Estado, y éste alto Tribunal respaldo el fallo de primera instancia en Bolívar.
Fue así qué el 4 de octubre de 2017 se le ordenó al Distrito de Cartagena de Indias dar cumplimiento a lo ordenado por la sentencia proferida por el Tribunal Administrativo de Bolívar, la cual ordenó al Distrito de Cartagena realizar todas las gestiones administrativas tendientes a la recuperación de la posesión del lote, en atención a que dicho terreno nunca salió de la propiedad del Distrito.
Lo que hizo oficina de apoyo logístico a nombre de Alcaldía de Cartagena, fue recibir lo que un día entregaron. Pero que quede claro, NO es un logro administrativo del gobierno de William Dau, como se pretende vender ante la opinión pública. Fue, es, y será una conquista ciudadana.
Quiero hacer un reconocimiento público a las personas pioneras de este logro, las cuáles no conozco, pero en mis investigaciones frente a éste caso en particular del lote hoy recuperado, siempre arrojaron los nombres de los arriba mencionados. Sé por experiencia propia; que está lucha debió costar tiempo, esfuerzo intelectual y operativo, estudios jurídicos, y costo social. Pero valió la pena.
Ahora viene la lucha más dura:
- 1- Lograr el sueño de los Mangueros, y todos los cartageneros. Desarrollar un importante proyecto ambiental, acuático, y de amoblamiento urbano para el disfrute de todos.
- 2- Que esté importante proyecto no caiga en manos de particulares con oscuros intereses.
El reto es grande, hay muchos habitantes del sector que pueden asumirlo. Un paso hacía el desarrollo.