Más allá de las habilidades específicas que evalúan habitualmente las empresas, la personalidad y las interacciones en redes sociales son factores de mayor relevancia en los procesos de selección.
Las personas se contratan por lo que saben, pero muchas veces se despiden por como son, así lo confirman más de 200 organizaciones encuestadas en América Latina.
Cada día las empresas del mundo entero invierten tiempo y recursos en tecnología y personal calificado en labores de selección y contratación, para evitar equivocarse y tener la plena confianza en que el talento humano elegido mostrará su mejor desempeño, se adaptará a la empresa, será estable y cumplirá con el perfil planteado por la organización. Todo lo que podría ser un acto de fe, no es más que la conclusión bien calculada y objetiva de la relación de una infinidad de variables.
Al respecto, la OMS reportó que tan solo en el 2019 el 15% de la población trabajadora padecía de un trastorno mental debido a múltiples causas como entornos laborales inadecuados, discriminación, desigualdad entre otros; de esta manera concluye que debido a trastornos como la ansiedad y la depresión llevan al ausentismo de los trabajadores que sumado representan 12.000 millones de días de trabajo y una pérdida de 1 billón de dólares al año.
Por lo anterior, dentro del proceso de contratación de cualquier compañía se deben considerar, además de todos los aspectos básicos del candidato, los cambios que pueden generarse dentro de la organización a nivel de estructura, clima o condiciones laborales que podrían hacer que el comportamiento cambie de repente; o que aspectos generales como los del medio, de los cuales se era consciente, después de haber pasado por una pandemia que cambió las dinámicas habituales de las personas y las empresas, la economía y estabilidad de los países; y así se
Podrían contar infinidad de variables externas que repentinamente pueden cambiarnos las predicciones sobre ese ser humano.
Dentro de todas las variables que interfieren en la decisión de ser elegidos para un cargo o para un ascenso, las organizaciones encuestadas (+ del 45%) señalaron que la personalidad, las habilidades y competencias, referencias laborales y personales, experiencia laboral, interacción en redes sociales, formación académica, datos personales y antecedentes de seguridad son determinantes dentro del proceso.
La medición de la personalidad contempla las competencias blandas, es decir, todas aquellas que permitirán predecir el comportamiento del sujeto dentro de la organización; estas variables son tan importantes en la predicción de nuevos miembros, que, en América latina, 207 organizaciones han evaluado diferentes competencias blandas de 70. 388 candidatos en lo corrido de 2022; a quienes les aplicaron los test de THT para medir entre 4 y 12 competencias; siendo la orientación a resultados (54%), el trabajo en equipo (52%), adaptación al cambio (37%) y la comunicación efectiva (33%) las más comunes.
Para Rocío Morales, directora de psicometría de THT: “Cuando un test es capaz de predecir una variable externa, como por ejemplo un test de ventas es capaz de predecir el desempeño de un vendedor en el futuro, a través de la relación efectiva entre las puntuaciones del mismo y la cuantificación de la variable (cuántos productos vende al mes); se habla de una validez de criterio predictivo, atributo que posee el test para predecir ese tipo de criterios y que lo hace merecedor de estar dentro del proceso de selección como una parte importante y determinante de la decisión”.
Sin duda, esta investigación de THT respalda la relación entre el rendimiento laboral y la personalidad (la variable elegida como la más crítica), entendiendo que las formas de pensar, sentir y reaccionar tienden a ser constantes y duraderas en el tiempo. Entonces para poder generar estas relaciones que llevan a predicciones de comportamiento más seguras, se requiere cuantificar estas variables que son consideradas constructos psicológicos, por lo que aplicar un test, se convierte en una herramienta válida y confiable en este proceso.