Es hermosa, apaciblemente revoltosa. Tiene el más inmenso espejo desde su entrada hasta su salida. Uniformemente dividida arriba, en medio y abajo. Sólo da frutos y amor. Produce las más claras sensaciones de bienestar y todo lo que brinda sabe bien. Es un deleite Tomala.
Conocerte es de las cosas buenas que me han pasado en esta vida. Tú perfume Tomala es eterno. Tú juventud es perenne. Eres la suavidad en pasta y la firmeza en escena. Eres Tomala el escarlata del zapote, la dulzura de su carne, la grandeza de su semilla y la fuerza que tanto requiere este mundo.
Tomala un cántico sonoro que arrulla el alma con el susurro que recorre tú cuerpo de principio a fin, pasando por el largo azabache de tú cabellera, tal cual como te percibo. Eres inteligencia, astucia, sensatez, decisión y poema.
Eres Tomala el elixir de tú existencia. Desparramas una sórdida tranquilidad que estremece las fibras y corona la más brillante estrella del firmamento. Eres el sol resplandeciente que acelera el corazón y suda el pensamiento, destilando solo y nada más que el orgullo de tenerte. Produces todas las emociones Tomala, cuando abrazas al compás de la luna y danzas con la sutileza de la noche.
Tú eres Tomala refugio de los recuerdos, música del quebrar de las secas hojas en cada paso que transcurre en tu ser. Son tus ojos faros de ternura y guías del camino. Iluminas todo. Contigo Tomala al lado, el tiempo no existe. Sueñas y colocas a soñar. Estamos Tomala para construir sueños juntos, mereces todas las oportunidades.
Los que no conocen y guardan la inquietud de Tomala, pues es una hermosísima población en La Mojana sucreña, al pie del caño Tomala, que esta descripción se queda corta ante su inigualable hermosura y el valor integral de su gente, quienes valientemente arrancan de las entrañas de tan productiva tierra, lo mejor de lo mejor y pertenece al municipio de Majagual Sucre.
De Tomala los más bellos recuerdos. De mis amigos tomaleros la gratitud. A Celina, Patricia, Besilda, Wadiela, Robinson, Cristóbal, Wilfer, Tomás, Jader, un fuerte abrazo. A los lectores la invitación a conocer el paraíso con los camellones de Tomala.