En medio de los diálogos de paz entre el Gobierno y el Eln, el gobierno de Gustavo Petro le otorgó estatus político a esta guerrilla con el fin de avanzar en las mesas de negociaciones.
El Ejecutivo indicó que se reconoce a este grupo subversivo como organización armada rebelde, que se encuentra adelantando negociaciones y diálogos de carácter político dirigidos a obtener soluciones al conflicto armado.
“Reconocer que el Gobierno nacional, en el ámbito de sus competencias constitucionales y legales, dado el reconocimiento político del Ejército Liberación Nacional (ELN), como organización armada rebelde, se encuentra adelantando negociaciones y diálogos de carácter político dirigidos a obtener soluciones al conflicto armado, lograr la efectiva aplicación del Derecho Internacional Humanitario, el respeto a los derechos humanos, el cese de hostilidades y el pacto de acuerdo de paz tendientes a facilitar el desarme y la desmovilización del Ejército de Liberación Nacional”, indica el documento.
Durante el cierre del segundo ciclo de negociaciones entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (Eln) se definieron los puntos a seguir en la agenda para continuar con el cese al fuego bilateral.
De acuerdo con el documento oficial entregado por el Alto Comisionado, la ruta de trabajo para la nueva ronda de diálogos está constituida en seis puntos, que inicia con la Participación de la sociedad en la construcción de la paz, en función de identificar las causas de los problemas fundamentales del país, proponer iniciativas y procesos que conduzcan a las transformaciones para la paz.
«Un proceso de fortalecimiento de la sociedad que haga innecesario el uso de las armas como medio para impedir o alentar las transformaciones políticas, económicas y sociales», indica el punto 1.3
El segundo aborda la Democracia para la paz que consta en revisar y fomentar la participación y las decisiones de la sociedad en los problemas que la afectan, y que puedan materializarse en instrumentos de política pública eficaces en los territorios urbanos y rurales.
Transformaciones para la paz es el tercer punto de la agenda donde estarán los planes de desarrollo alternativos integrales en territorios urbanos y rurales, incluyendo los planes de vida y planes de etnodesarrollo, que constituyan opciones económicas, productivas y sustentables que beneficien a las comunidades.
En el cuarto se ubica un tema muy importante es son Víctimas y consta en la reparación integral, colectiva y/o individual así como de las garantías de no repetición y no olvido.
«El conjunto de estos componentes hace posible el reconocimiento y asunción de responsabilidad a la luz del Derecho Internacional, para lograr la reconciliación en la sociedad, teniendo en cuenta la especial relevancia de las recomendaciones que surjan de esta», cita el documento.
Fin del conflicto armado es el quinto tema y habla de reconocimiento político y jurídico del Eln hecho por el Gobierno como organización político-militar rebelde. Asimismo, se acordarán las condiciones y garantías para la seguridad y el ejercicio de la política de este grupo y se hablará sobre el cese del fuego y hostilidades de carácter bilateral hacia la generación de condiciones para la superación del conflicto armado.
Para el sexto y último punto se tratará Plan General de Ejecución de los acuerdos entre el Gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional, que contemplan la construcción de propósitos específicos de cada punto de la agenda y contará con un programa y cronograma para su implementación.
El documento finaliza indicando que Brasil, Chile, Cuba, Noruega, México y Venezuela seguirán como países garantes y que la Conferencia Episcopal de Colombia, así como el representante especial del secretario general de la ONU en Colombia, serán acompañantes permanentes en los diálogos.
