La negligencia de los gobiernos de Cartagena ha mantenido sin resolver los remanentes que dejó, en 1971, la erradicación del icónico barrio de Chambacú y el traslado de sus habitantes a otros sectores de la ciudad.
Algunos pocos se quedaron y nunca quisieron salir, pero otros, hace ya muchos años, llegaron a invadir, convirtiendo una pequeña franja del sector en cambuches donde se venden y consumen drogas, se alquilan cuartos para la prostitución femenina y masculina, se reparan carros y motos, se esconden robos y hasta se crían cerdos. Es, verdaderamente, un “pedacito” de cualquiera de los países más pobres del mundo en Cartagena. Esto es lo que hay en este sector de Chambacú, en la margen izquierda, en el sentido Centro-Castillo de San Felipe.
En el mismo sentido, Centro-Castillo de San Felipe, pero del lado izquierdo del sector de Chambacú, hay otro “chicharrón” sin resolver: las insalubres y peligrosas “Pesebreras”, las cuales alojan a los caquécticos caballos cocheros. Estos animales, de no ser bien atendidos médicamente, podrían transmitir a las personas enfermedades mortales como la encefalitis equina, de la cual no se salva ningún ser humano.
Pero me referiré al primer caso, al grupo de personas que, con cambuches, se encuentran asentadas contiguamente al pomposo proyecto del alcalde de Cartagena: el “Complejo Nuevo Chambacú”, un conjunto de obras para el deporte y la recreación en el que se invertirán $47.564 millones de pesos, provenientes de créditos autorizados por el Concejo Distrital de Cartagena al alcalde Dumek Turbay.
Hoy, iniciadas las obras del Complejo “Nuevo Chambacú”, y por requerimiento de la Alcaldía de Cartagena, la inspectora de Policía de Canapote, Luz Marina Villamil, tras un previo proceso, ha procedido a ordenar el desalojo policial de las personas que habitan en este enclave “chambaculero”, así como la destrucción de todos los cambuches en el sector aledaño o contiguo a las obras del complejo recreativo y deportivo.
Ninguno de los que, por años, han permanecido ocupando ilegalmente este pedazo de Chambacú, en las peores condiciones y dándole mal uso, se ha opuesto al desalojo. Ellos entienden que tienen que salir, pero le claman al alcalde que les ofrezca una solución digna para vivir.
Finalmente, consideramos que cuando el alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, anunció el pasado 3 de enero de 2024 el proyecto “Complejo Nuevo Chambacú”, y el 22 de octubre de ese mismo año el inicio de las obras, ya debía haber tenido resuelta la situación con las personas y los negocios que, por varios años, han estado instalados ilegalmente en esta esquina del descampado sector de Chambacú, colindante con el proyecto. Es decir, como dice el refrán: “Dumek compró las sillas antes de tener las bestias”.