Lo que debía ser un día de recogimiento espiritual terminó teñido por el miedo y la violencia. Este jueves 17 de abril, Cartagena de Indias volvió a estremecerse por las balas, registrando dos crímenes en diferentes puntos de la ciudad en menos de doce horas, lo que ha disparado las alarmas.
El hecho más reciente ocurrió a las 9:30 de la mañana, frente al barrio Santa Clara, muy cerca de la empresa de vigilancia Prosegur. Un hombre que conducía un automóvil Mazda de color negro fue interceptado por sicarios que, según versiones extraoficiales, le dispararon en repetidas ocasiones, causándole la muerte en el sitio. La víctima fue identificada como Johan Alexis Quintana García, de 42 años, quien tenía en su contra cinco anotaciones judiciales por delitos como lesiones personales, concierto para delinquir, hurto calificado y extorsión.
Horas antes, en el barrio Los Alpes, cerca de la bomba El Amparo, fue asesinado Albeiro Coneo Berdugo, de 37 años. Según testigos, dos sicarios acabaron con su vida en la terraza del establecimiento KFC, sin mediar palabra.
Estos hechos de sangre, ocurridos en plena Semana Santa, reavivan la preocupación de los cartageneros sobre la creciente inseguridad y la presencia cada vez más notoria de estructuras criminales que operan con aparente impunidad en la ciudad. El temor ya no se limita a barrios periféricos: la percepción de inseguridad generalizada se instala como una sombra constante sobre la vida urbana.
Hasta el momento, no hay capturas ni comunicados oficiales detallados sobre los móviles de estos asesinatos selectivos. La comunidad, entre la indignación y la impotencia, pide acciones contundentes, patrullajes eficaces y resultados visibles ante una ola de violencia que no da tregua ni en fechas sagradas.
- También puede leer: Identifican a víctimas del doble homicidio en El Carmelo
¿Qué está pasando en Cartagena? ¿Por qué los sicarios se mueven con tanta libertad? La ciudadanía exige que estas preguntas no sigan sin respuesta, y que la reacción institucional no llegue —como tantas veces— demasiado tarde.