Cartagena, Colombia. Una grave advertencia lanzó el gobernador de Bolívar, Yamil Arana Padauí, durante el Congreso Nacional de Municipios que se desarrolla en esta ciudad. A pocos días de que entre en vigencia la nueva ley que traslada a los entes territoriales la responsabilidad de suministrar alimentos a las personas privadas de la libertad, el mandatario departamental aseguró que Bolívar no tiene cómo asumir este millonario costo y que, de aplicarse, los niños en edad escolar podrían verse gravemente afectados.
«Nos toca escoger hoy si le damos comida a los niños de los colegios o a los presos», dijo Arana visiblemente preocupado. “Esto es un tema humanitario, pero no puede ser competencia de las entidades regionales. No puede seguir la Corte Constitucional legislando. Para eso está el Congreso de la República. Nos imponen unas cargas que no tenemos cómo resolver financieramente”, expresó, cuestionando la viabilidad de la medida y el impacto que tendría en los ya limitados recursos del departamento.
La magnitud del problema fue detallada por el secretario de Seguridad de Bolívar, Manuel Berrío, quien aseguró que alimentar a las 2.500 personas privadas de la libertad que hay en el departamento costaría más de 40 mil millones de pesos al año. Cada comida tiene un valor aproximado de 18 mil pesos, lo que representa un gasto de 54 mil pesos diarios por interno.
“Los entes territoriales y departamentales no tenemos hoy los recursos suficientes para atender esta demanda. Si hacemos el cálculo mensual y anual, estamos hablando de un peso fiscal insostenible”, explicó Berrío.
La entrada en vigor de esta ley está prevista para el 1 de julio, y ha generado alarma entre los gobernadores y alcaldes del país, quienes aseguran que se trata de una decisión que podría colapsar los presupuestos destinados a educación, salud y programas sociales.
La situación abre un debate de fondo sobre hasta dónde deben llegar las competencias de los entes territoriales en temas que tradicionalmente han sido asumidos por el Gobierno Nacional.
