Si algo debería revisar esta nueva Administración Distrital son los convenios leoninos celebrados por Alcaldes anteriores o por directores del IDER con el Club de futbol profesional Real Cartagena.
Desde hace algunos años he tenido conocimiento de esos convenios, los cuales a lo largo de la historia el Real los ha manejado ocultamente, pero bajo la figura de «poderes fácticos» para demostrar tener mucha fuerza ya sea como poderes de promoción o iniciativas o como poderes de disuasión o de intimidación sobre las autoridades estatales.
Los poderes fácticos actúan en la sombra y son ostentados y ejercidos de facto por individuos o grupos para defender intereses económicos y sociales de carácter particular dentro de la comunidad.
El concepto de «leoninos» es igual al de «la ley del embudo», donde lo ancho siempre ha sido para este Club Deportivo y lo estrecho para el Distrito de Cartagena por los siguientes hechos violatorios de la Ley y por el «cuento chino» de las tales acciones que como socio tiene la Alcaldía en el organismo deportivo.
Una de las estrategias malosas y violatoria es que como el Club tiene unos patrocinadores que les representa unos ingresos económicos importantes, le entregan a cambio equis cantidad de boletas que luego muchas son regaladas y rifadas por las emisoras, boletería que inexplicablemente no cancela el 10%.
El único 10% que cancelan a la entidad respectiva, no al IDER, es lo que venden por taquilla que no pasa de 400 o 500 boletas, y que sirve para simular que sí están cumpliendo.
En cuanto al alquiler del estadio este es otro negocio «en coche» que lo han hecho para favorecer al Real en desmedro de las arcas del Distrito. Imagínense que al Club Real Cartagena le entregan todo el estadio incluido los puntos de ventas (El Real los explota), pero presuntamente no pagan un solo peso por el concepto de arriendo ni por el alquiler de los puntos de venta porque siendo la Alcaldía supuestamente socia, ese valor lo descuentan del apoyo económico que todos los años la Alcaldía les da para los gastos de la temporada.
Al final de cuentas reciben del Distrito, pero no pagan un solo peso al Distrito. Ah, a eso agréguele que es el Distrito a través del IDER el que le hace mantenimiento al escenario.
De manera que está nueva administración seguramente revisará ese convenio leonino que no es otra cosa que la clásica «Ley del embudo».