La pobreza en Cartagena de Indias es agobiante. Con decirles que el 60% de los trabajadores cartageneros son informales, no tienen un contrato, viven de lo que puedan conseguir en la calle. Es una realidad que está ahí, es latente, no es extraño ni es mentira cuando escuchamos “Si no salgo a rebuscarme, mis hijos no comen”. Es el día a día. Si antes de la pandemia los niveles de pobreza y desempleo eran altos, imagínate ahora! ¡Imagínate después!
Ya sabemos el motivo, ya sabemos por qué; veamos ahora cuantos hay en realidad, la información oficial que no siempre es la real nos dice hoy que son 3.319 los contagiados, los optimistas dicen que esta cifra debe multiplicarse por cinco y los pesimistas que por 14 yo prefiero promediarlo en 10. Es decir que los contagiados deberían ser aproximadamente treinta mil.
Viendo desde el principio el incremento en el número de contagios, el 8 de abril, la Alcaldía de Cartagena firmó un contrato con una empresa barranquillera, por $725 millones de pesos, para que hicieran pruebas rápidas a 10 mil cartageneros en un plazo de 30 días.
Alrededor de este contrato hubo mucha protesta de parte de la ciudadanía pues los expertos consideraron que el sobrecosto es descomunal y lo peor no es eso, lo peor es que ya han pasado casi 60 días y nada que aparecen ni las muestras ni la plata.
En vista de esta no particular situación, el Procurador Provincial de Cartagena, Guidobaldo Flórez Restrepo, le envió un oficio urgente al alcalde Dau pidiéndole explicaciones de lo que estaba pasando. Fernando Carrillo, publicó en las redes sociales un mensaje que dice: “En respuesta a los requerimientos de la Procuraduría General, Alcaldía de Cartagena informa que inició proceso administrativo por el presunto incumplimiento en el contrato de las pruebas rápidas”. ¿Presunto?
¿Debemos los cartageneros seguir asumiendo las consecuencias de las primiparadas y la inexperiencia del Alcalde William Dau?
¿Qué pasa cuando los hospitalizan?
Esta es la tesis de Carlos Abraham Jiménez López, de Cambio Radical: “Cuando una persona se enferma con el nuevo Coronavirus, es atendido en su casa o en un hospital. En un centro médico hay varias formas de atención: la hospitalización o ser internado en una UCI. En Cartagena estaban hasta hace dos días todas las camas UCI ocupadas, tal vez por descuido, por exceso de cuidado o cualquier otro motivo. Eso significa que cogen a un paciente y en vez de dejarlo en una cama normal, lo remiten directamente a la Unidad de Cuidados Intensivos. Si a un colombiano lo hospitalizan, el sistema de salud paga $10 millones. Mientras que si entra a una UCI se paga $30 millones. Como las clínicas están vacías, están buscando la forma más rápida de facturar y tener liquidez, y esa sería meter a los pacientes en las UCI”.
En ciudades como la nuestra donde apenas logramos después de casi tres meses un incremento de 63 camas UCI y eso gracias en parte a donaciones de particulares que entregaron 15 camas UCI al Distrito. ¿Seguiremos caminando por este camino incierto y sin un destino claro?