Después que una turba violenta de seguidores de Donald Trump irrumpiera en el Capitolio de Estados Unidos este miércoles, un número creciente de legisladores, entre ellos los del liderazgo demócrata, están pidiendo la destitución del presidente ya sea a través de un juicio político o de la Enmienda 25 de la Constitución.
El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, denunció este jueves en un comunicado la «insurrección» en el Capitolio «incitada por el presidente». «Este presidente no debería ocupar el cargo ni un día más», sostuvo. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien se unió al llamado de destitución horas más tarde en una conferencia de prensa.
«Me uno al líder demócrata del Senado para pedirle al vicepresidente que destituya a este presidente invocando inmediatamente la Enmienda 25», dijo Pelosi. «Si el vicepresidente y el gabinete no actúan, el Congreso puede estar preparado para avanzar con un juicio político, que es el sentimiento abrumador de mi grupo y del pueblo estadounidense», añadió.
Hasta ahora, los llamados provienen en gran parte de demócratas, pero al menos un republicano del Congreso se ha sumado. Adam Kinzinger, representante republicano de Illinois y un crítico frecuente del presidente, pidió que se invoque la Enmienda 25. En un mensaje de video dijo este jueves que «el presidente debe ahora ceder el control del poder ejecutivo de forma voluntaria o involuntaria».