Las cabañuelas son un método de predicción meteorológica heredada de la tradición española que a su vez tiene un origen judío de data desde el medio Evo, estos colgaban cien cabañuelas para conmemorar los años que paso el pueblo judío vagando por el desierto del Sinaí, en medio de esta festividad se realizaban ritos para predecir el clima.
Hablo de las cabañuelas pues según las creencias de nuestros mayores, dependiendo el comportamiento de los12 primeros días del año se puede predecir como será cada mes, por ejemplo: el nueve de enero, que correspondería al mes de septiembre, fue un día lluvioso, lo que indicaría que ese mes será de lluvias; bueno eso podría decirse en lo que a clima se refiere, en otros aspectos las cabañuelas pintan un año un poco peor que 2020, la indisciplina de la gente y el desafío a un enemigo tan peligroso que cada día muestra conductas diferentes que atacan de manera indiscriminada y cobra cada día más y más víctimas mortales.
Todo este desorden, auspiciado en parte por la actitud tibia de las autoridades y la complicidad descarada de funcionarios inescrupulosos que da permisos para eventos como si se tratara de gel antibacterial.
Por otra parte en lo político no son mejores las predicciones, pues se dio el 12 de enero la inscripción del movimiento que promueve la revocatoria del alcalde William Dau Chamat. Una herramienta democrática totalmente válida, la cual también se quiso utilizar cuando Manolo Duque fue alcalde, en ese momento se lograron recoger las firmas necesarias para que la registraduria las avalara solo que para ese momento Manolo ya había dimitido, ya los entes de control habían actuado con la celeridad y severidad que no han tenido con el actual mandatario; situación que llamaría poderosamente la atención del más despuntado, teniendo en cuenta que en menos tiempo se han dado los mismos hechos de corrupción e incluso más.
En fin, es un año que según las cabañuelas transcurrirá con una salud publica nublada por la irresponsabilidad general y una administración inepta que no ha hecho nada por mejorar la logística hospitalaria, tormentas políticas con grandes posibilidades de desplazamiento de mandatario y una larga sequía de soluciones.
Aunque aún falta la cuenta regresiva de las cabañuelas y es posible que las lluvias traigan cosas buenas y empiecen a florecer las esperanzas de verdaderos cambios.