Joe Biden comienza su mandato como presidente de los Estados Unidos en una emergencia social, sanitaria y económica. Nada garantiza que tomará las decisiones adecuadas. Su plan de 19.9 trillones de dólares para recuperar la economía ya comienza a ser criticado porque muchas de las ayudas financieras llegarían a aquellos que no las necesitan.
Sin embargo, Estados Unidos y el mundo respiran más tranquilos. Biden, no es la clase de hombre que niega los resultados de las elecciones, el cambio climático o la letalidad del Coronavirus. Los dilemas no serán pocos ¿Qué grupos poblacionales se priorizará en la vacunación? ¿Qué políticas económicas se deben implementar? ¿Qué mensajes deben comunicarse para unificar el país? El mundo no respira más tranquilo por que él sepa las respuestas, sino porque la ciencia y los datos tienen una mayor capacidad de predicción, y él, a diferencia de Trump, lo entiende.
En las primeras horas de su mandato firmó una orden ejecutiva para que Estados Unidos regrese a ser parte del acuerdo climático de París. En medio de una crisis climática, Biden tiene la sensatez de comprometerse a reducir las emisiones de carbono. Antes de esto, decretó, en su primera orden ejecutiva, el uso obligatorio de mascarillas en propiedad federal. Medida que en este punto crítico de la Pandemia, resulta prudente y necesaria.
Este año comienza la campaña electoral en nuestro país. Las fichas ya empiezan a moverse. La ciudadanía, en su libertad de elegir, debe considerar la preparación y el carácter de quién va a ser el próximo Presidente de Colombia. ¿Queremos elegir a un/a presidente que desde el comienzo de su campaña fomenta la polarización? ¿A quién defienda lo más popular en vez de lo más racional? ¿A quién que defienda la misma guerra contra las drogas que no ha funcionado en más de 5 décadas? ¿A quién se deja llevar por las emociones del momento?
Dentro de tanto caos, se necesitan líderes sensatos. Líderes que además de carisma para conseguir votantes, tengan empatía para encontrar puentes con aquellos que piensan diferente. Líderes que además de años de experiencia que presumir, tengan la humildad para escuchar a los expertos, a la ciencia y a las cifras.