A los 13 años y 8 meses de prisión a los que fue condenado el exsenador Antonio Guerra de la Espriella, se le sumó ahora el cierre de las cuentas bancarias por parte del BBVA. Contra Guerra de la Espriella vinculado al caso Odebrecht, hay acusaciones por los delitos de concierto para delinquir agravado, tráfico de influencias de servidor público y enriquecimiento ilícito de servidor público.
El 25 de julio de 2019 el exsenador fue notificado por el banco del cierre de dos cuentas corrientes, dos tarjetas de crédito y un cupo rotativo. Guerra de la Espriella interpuso una acción de tutela, que fue admitida el 26 de enero de 2022, porque la entidad bancaria no le respondió de manera clara, concisa y de fondo un derecho de petición en el que preguntaba por qué, sin una orden judicial, le habían cerrado sus productos bancarios.
El 9 de febrero de 2022, el Juzgado Cuarto Penal Municipal de Garantías de Sincelejo le dio la razón al exsenador y le ordenó al BBVA responderle a su cliente.
La respuesta del banco, para explicar por qué había tomado la decisión de cerrarle las cuentas al exsenador fue contundente: “El solo hecho de que una persona esté siendo investigada por delitos relacionados con el narcotráfico en Colombia, es una causal objetiva que autoriza la imposibilidad de acceder al sistema financiero”.
Aunque no se conoce ninguna investigación por narcotráfico contra el exsenador Antonio Guerra de la Espriella, la alerta del banco BBVA es muy diciente, sobre todo porque se trata de un excongresista que, según la Corte Suprema de Justicia, hacía parte de una empresa criminal “con el fin de cometer delitos indeterminados, con vocación de permanencia en el tiempo”. La Corte también encontró que entre 2012 y 2017 Guerra de la Espriella “obtuvo un incremento patrimonial injustificado”.