Aproximadamente a las 4:00 de la mañana, borracho e intentando ingresar a una acompañante sin registro a su habitación en el Hotel Caribe de Cartagena de Indias, el senador del Pacto Histórico, Álex Flórez Hernández, quedó grabado en un video en el que se ve agrediendo a varios Policías e insultando a los trabajadores del lugar. Fue protagonista de un caso de “usted no sabe quién soy yo”.
En su estado de embriaguez, Flórez se fue exaltando cada vez más hasta que empezó a gritarle a uno de los uniformados que era un “asesino” y “violador de Derechos Humanos”. “No seas tan sapo, cabrón. ¡Quédate callado!”, “ustedes son unos irrespetuosos, violadores de derechos humanos”, son algunas de las frases que se le escuchan.
Flórez Hernández, tambaleándose sin poderse sostener por su propia cuenta, le grita de nuevo, al Policía. “¡Asesino! Cuéntale a Colombia cómo mataste a los pelados inocentes”, dice Flórez. El Policía le contestó defendiéndose: “¿Fui yo?, ¿le consta que fui yo? (el que ha asesinado a jóvenes) Usted puede ser Senador, pero a mí me respeta. Pégueme y verá que lo capturo”, decía.
El bochornoso hecho le costó al joven senador el repudio de sus críticos e incluso de varios de sus allegados políticos y puso en evidencia tres expedientes que podrían derivar en sanciones legales por su comportamiento.
La Policía lo denunció penalmente por los delitos de injuria y calumnia, los cuales están tipificados en los artículos 220 y 221 del Código Penal y que, por competencia, le corresponde investigar a la Corte Suprema de Justicia.
La Procuraduría le abrió una indagación preliminar y pidió practicar pruebas; en un proceso que podría terminar sacándolo del Congreso. En ese mismo ministerio público, el senador Flórez tiene otros tres expedientes abiertos por la regional de Antioquia –por chocar carros oficiales, por injuria, por contratos “corbata” y por presuntamente obligar a sus cuotas a entregar el 5% para su campaña–, los cuales ahora pasan por competencia a la Procuraduría en la capital del país. La Comisión de Ética del Senado también anunció una investigación disciplinaria en contra del congresista.
Flórez al ser consultado por algunos medios de comunicación dijo que no estaba arrepentido porque su labor es hacer leyes, no dar ejemplo. Luego por la misma presión mediática y política, sacó un escueto comunicado admitiendo que se había equivocado y que, por lo tanto, ofrecía excusas públicas.
Este es solo un episodio más que se suma a la larga lista de escándalos que ha provocado el Senador. Entre su espesa hoja de vida pública, al congresista le pesa una pérdida de investidura como concejal, varios incidentes con camionetas de la Unidad Nacional de Protección (UNP) que le fueron asignadas y un par de procesos por presuntos comportamientos violentos contra compañeras de trabajo y exparejas.
A parte, están varios cuestionamientos a contratos que impulsó con presuntas irregularidades durante su paso por la administración del alcalde de Medellín, Daniel Quintero.
El presidente de la Cámara de Representantes, David Racero, dijo que la actuación de Flórez “no es la posición del Pacto Histórico” y que “la mayoría asumimos el compromiso ético y moral de representar a nuestro pueblo. Tenemos que comportarnos a la altura. Nosotros no vinimos a hacer leyes y ya, vinimos a dar ejemplo, no vergüenza”. Incluso, Racero fue más allá y sugirió activar el comité de ética del Pacto para evaluar posibles sanciones.
El senador Flórez tendrá que responder por las investigaciones que se iniciaron en su contra mientras continúa recibiendo críticas por su larga lista de hechos bochornosos.
En marzo de este año, Flórez se vio envuelto en un caso por presunta violencia intrafamiliar, cuando se filtró a la opinión pública una valoración médica que documentó la llegada de una expareja suya a un hospital con señales de maltrato. Aunque el documento reseñaba lesiones en un oído y “llanto fácil” de la víctima, el senador negó esa acusación.