“…Pero la verdad verdadera es que el concepto de felicidad tiene diferentes aristas y todo depende de cómo lo quiera cada quien conceptuar…”
Las paradojas de la vida. En un cerrar y abrir de ojos, nuestra querida Colombia deja de ser unos de los países más feliz del mundo, para ser de los más infelices del planeta. Ello nos los indica el DANE y el Mapa de la Felicidad que lo da a conocer las Naciones Unidas, de acuerdo al “Happiness Report”, donde se incluyen diferentes países del mundo.
Veamos la tabla de los más bacanes del mundo, los que viven sabroso, que gozan de una posición acomodada y lujosa, que vive de su mujer o su amante, y la encabeza la bella Finlandia, el país de las auroras boreales y el tecnológicamente más desarrollado del mundo, que les permite tener ingresos percapitas muy altos, alrededor de 60 mil Euros anuales por persona, ocupando uno de los primeros lugares en el ranking de 196 países del hemisferio, les siguen en su orden Dinamarca, Islandia, Suiza y los Países Bajos.
Pero la verdad verdadera es que el concepto de felicidad tiene diferentes aristas y todo depende de cómo lo quiera cada quien conceptuar. Los hippies y andariegos son felices con su andar y su maracachafa, los políticos y funcionarios corruptos son felices amasando dinero de los contribuyentes, los seudo pastores de iglesias de garaje son felices viviendo del diezmo de los más pendejos.
También son felices, los vendedores de pescado, perro con perro, cocteles y arroz con coco de Playa Blanca en la isla de Barú, explotando y acabando con el turismo en tan hermosas playas, demasiado felices los concesionarios privados y públicos de las fotomultas, peajes y garajes de la ignominia, su felicidad es inmensa viendo como embargan las cuentas de los infractores y dejan podrir los automotores que no pueden ser sacados por ser las multas mucho más altas que el valor del vehículo, felicidad total la tienen los alcaldes y gobernadores de nuestro terruño, cuando licitan una obra, reciben las coimas, efectúan el avance del 50% y la obra queda inconclusa como un inmenso mamut, con el visto bueno de la Procuraduría, las Contralorías y la Fiscalía.
Ello y muchas felicidades corruptas de nuestro Estado, hacen parte de las razones por las cuales pasamos, en el 2021, sin querer queriendo y en forma inexplicable de ser uno de los países más felices del mundo, a ocupar el puesto 66, cuando tenemos fuerzas oscuras que desean desestabilizar el país como lo sucedido con las dos aerolíneas de bajo costo colombianas, Viva Air y Ultra Air, que en forma solapada recibían dinero de ilusionados viajeros que habían ahorrado para unas felices vacaciones, sin saber que los corruptos empresarios ya tenían planes que cesarían sus operaciones, aparentemente por cuestiones financieras, cuando lo que tenían en horma era la venta y fusión con otra aerolínea.
Recordemos como parte del no vivir feliz, los sucesos de la pandemia del Covid-19, que por irreverencia política al no querer comprar la vacuna a los mamertos de izquierda de la China Popular, nos atrasamos en el proceso de vacunación, y el país sintió enormemente dicho drama cuando pasamos de la pobreza extrema multidimensional y la pobreza monetaria, a ingresos percapita menor a un millón de pesos, que no alcanzan para alimentar a una familia con gastos fijos de vestuario, salud, útiles escolares, vivienda y servicios públicos entre otros.
Desafortunadamente hoy tenemos que más del 15 % de la población colombiana vive en situación de extrema pobreza, con altos porcentajes de desocupación laboral, educación, salud, vivienda y servicios básicos, mala distribución del ingreso por género, que hace que los porcentajes de vivir feliz hayan disminuido ostensiblemente.
Para vivir feliz y sabroso también es necesario disminuir la brecha de género tema de mucha actualidad que se encuentra en los Objetivos del Desarrollo Sostenible, que impulsan muchos entes mundiales como la CEPAL, el PNUD y la ONU, mujeres que buscan disminuir la brecha, partiendo de la unidad familiar como lo ha exteriorizado una senadora Liberal de Sucre, Karina Espinosa, quien para ayudar al propósito de género, presentó el proyecto único en su contexto lo ha denominado “Cero cacho”.
Dicho proyecto, dice la senadora, ayudará a aumentar la felicidad y debe ser imitado en el globo terráqueo por lo que representa para los propensos al cacho, en especial en días sublimes al KAMASUTRA, como el de San Valentín o el del Amor y Amistad, ya que “ponerle freno a los infieles” es un deber de docentes de colegios y universidades, estudiantes y las familias, que servirán para mejorar los niveles de vida, al no estar pendiente de la otra o del otro, sino en función de la innovación y el emprendimiento.
No sabemos qué dirán los empresarios de las pastillas anticonceptivas, las de un día después, los condones y los moteles ante semejante propuesta de cacumen irremplazable. Lo que la senadora de marras no pudo explicar, es lo que muchos cachondos expresan…el problema no es el cacho…es lo que se imagina el cachón o cachona que le están haciendo a su pareja…y por ello nunca podrá vivir feliz.