En algunos sectores se ha criticado la forma ligera como nuestro presidente enfoca a sus contradictores y sus defensores emiten comentarios desobligantes que en vez de ayudar, complican. Normalmente de lado y lado son personas con algunos grados de verdad, pero siempre intentando controvertir para el lado de sus conveniencias, cuando lo que se quiere es que se corrija una actuación de un mandatario que debe tener sindéresis, ecuanimidad y percepción de un futuro al emitir un comentario.
El pequeño grupillo de áulicos de críticas destructivas, desea que al país le vaya mal, por supuesto que la gran mayoría piensa diferente, pero los sucesos acaecidos recientemente es la foto descriptiva de lo que está sucediendo, encarnado en los dos cargos más importantes que tiene el país, como es el del Presidente de la República y del Fiscal General.
Ellos encarnan la izquierda y la derecha que tiene dividido al país, cuando unos, por esos avatares del poder, quieren seguir con la corrupción, el enriquecimiento y el nepotismo y otros, dejar atrás más de 200 años de un estado indolente que tiene a la población en su miseria absoluta.
Creíamos que los legendarios encuentros boxísticos que tanta euforia que nos trajo para la época Antonio Cervantes “Kid Pambelé” Vs. Rodrigo “Peppermint” Frazer, o Rodrigo “Rocky” Valdez Vs. Carlos Monzón, entre muchas más, eran cosas de la historia, ahora se trata de Gustavo Petro Vs, Francisco Barbosa, algo inaudito dentro de dos personajes que encarnan ideas políticas diferentes que lo que hacen es dividir y polarizar mucho más nuestra población.
La locuacidad del Presidente Petro, ha sido la plataforma para el lanzamiento de Barbosa a la presidencia en las próximas elecciones, cuando al nuevo FICO sólo le quedan 10 meses como fiscal general y desde su inicio se notaba que quería el primer puesto público al auto elogiarse ridículamente al considerarse como el “mejor fiscal de la historia”, un complejo de superioridad con trastorno de personalidad narcisista, por creerse también en “el de mejor formación de personas de su edad”, cuando en Colombia pululan como verdolaga los profesionales con altos quilates de formación e inteligencia, puestos al servicio de la educación, la investigación y no han intentado llegar donde llegó FICO ya que ello se dio por recomendación política y por ser su padrino “su mejor amigo”, el mismísimo ex presidente Duque.
Lo que posiblemente no ha tenido tiempo de estudiar el fiscal, es que una vez deje su cargo, los más de 23 mil funcionarios y el manejo de una cifra mayor a 4,5 billones de pesos, no estarán en su lista de votantes ya que desafortunadamente los cargos públicos por ser resorte de los políticos son de estómago, y le bailan al que esté nuevamente en el poder.
Como todos sabemos, la Fiscalía General de la Nación fue creada por la Constitución del 91, y en su historial ha tenido experiencias nefastas con fiscales corruptos que culminaron sus mandatos con excesos de poder, corrupción y excentricidades, cuando su filosofía está direccionada a combatir la delincuencia organizada y las mafias política que son el pan de cada día.
¿Quién no sabe que la Fiscalía está politizada? Ello es el principio de la corrupción, la torta burocrática con los parlamentarios es normal y ello les daba la creencia que podían y pueden ser presidentes, recordemos la aspiración presidencial de Valdivieso y a Luis Camilo Osorio quien de crítico a las acciones de la Fiscalía contra los grupos al margen de la ley pasó a ser Fiscal General de la Nación, de lo inverosímil de Mario Iguarán con el brujo contratado para perseguir a sus trabajadores, y ni hablar del engomado y corrupto director de la Unidad de Anticorrupción de la Fiscalía General de la Nación, Luis Gustavo Moreno, quien fue extraditado a los EE UU.
La historia es larga y culebrera, con los contratos multimillonarios entregados por Eduardo Montealegre a magistrados que votaron por él, la díscola de Viviane Morales, a quien el Consejo de Estado, la tumbó del cargo por problemas de formas, cuando el estigma de su elección tenia profundos injertos políticos por los sucesos entre Uribe y la Corte Suprema de Justicia, en el sonado caso de las interceptaciones telefónicas a los magistrados por parte del desaparecido DAS y en represalia, el tribunal no eligió al fiscal de la terna enviada por Uribe, sino de la enviada por el entrante presidente Santos.
Creerse Barbosa en “non plus ultra” en hoja de vida, el omnipotente en conocimiento, delirio de grandeza, considerarse el mejor fiscal de toda la historia de Colombia y del mundo, a pesar de su mínima experiencia en derecho penal, es como para Ripley.
Las volteretas de la política son un manjar diario, y no más. Uno más uno no es dos, pueden ser tres, cien o miles…esperemos verlo en el ruedo político…